Fidel es para los cubanos como el padre que guía los pasos de sus hijos o la luz que orienta a través de la penumbra hacia tierra firme. Es un paradigma de tenacidad y rebeldía para todas las causas revolucionarias del orbe y el ejemplo perseverante de la clase obrera internacional.
Con su uniforme verde olivo y sus botas recorrió el mundo y trasladó la luz de la confianza hacia otros pueblos oprimidos con esa valentía y disposición física y moral que lo caracterizó hasta el último de sus días.
Su maravillosa capacidad de liderazgo para iniciar y concluir proyectos, el caudal de conocimiento, entusiasmo y perseverancia lo ubicaron al frente de tareas memorables para la Revolución en Cuba y lo definieron como hombre original e irrepetible.
Son valiosos los provechos obtenidos en más de 60 años en todas las esferas de la sociedad. El pueblo cubano no abandonará nunca sus ideales progresistas y fraternos y mucho menos permitirá que potencias extranjeras consigan sus propósitos y supriman el legado de miles de hombres y mujeres que vertieron su sangre por edificar un futuro mejor.
La imperecedera idiosincrasia de nuestro Comandante existirá por siempre para el pueblo cubano. Su liderazgo, fortaleza y astucia política y comunicacional para cautivar a las masas no podrán borrarse de la memoria. Fidel creó una Revolución indestructible ante las agresiones del ambicioso y genocida imperialismo yanqui.
A cinco años de su desaparición física aun La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”. Tu legado está hoy más presente que nunca.