Por manos de un hombre muere otra mujer, no es una noticia más, es una realidad que apunta a la violenciade género, un flagelo de la sociedad que aún no tiene freno.
Aunque no está tipificado en el Código Penal Cubano, el femicidio existe; es un vocablo que duele, que tal parece cuesta mencionar pero está, y por menor que sea la cifra de víctimas es una alarma que grita.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el femicidio es el asesinato intencional de mujeres perpetrado por hombres motivados por el odio, el desprecio y la suposición de poder sobre ellas. La mayoría de los femicidios son cometidos por una pareja actual o anterior de la víctima e incluyen maltrato repetido en el hogar, amenazas o intimidación, violencia sexual o situaciones en las que las mujeres tienen menos autoridad.
Teóricas críticas del derecho han definido el femicidio como un tipo de muerte violenta a las mujeres que transmite un mensaje simbólico de dominación, criterio con el cual coincido y considero que ante esa realidad nos compete trabajar, desde los centros educacionales, los medios de comunicación, la comunidad misma…
Es preciso acentuar valores, enseñar desde edades tempranas el respeto al semejante, el respeto a la mujer, para que crezcan niños y niñas con la certeza de no ser después víctimas ni victimarios de la violencia.
En nuestro país existe un reconocimiento políticosobre ese mal, aunque no está legislado como tal el Femicidio, si en otras regiones latinoamericanas como Bolivia, Chile, Costa Rica, Guatemala, México, El Salvador, Perú, Panamá, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Colombia.
En Cuba el estado promueve la política de “cero tolerancia” ante la violencia contra la mujer y la Federación de Mujeres Cubanas lidera el Programa de Adelanto de la Mujer para enfrentar de manera sistemática la violencia de género, sin embargo mucho queda por hacer, porque aunque duela decir, el Femicidio late.
