Creados en la década del 60 del pasado siglo, gracias a la visión de Fidel de que el futuro de Cuba tenía que ser necesariamente de hombres de ciencia, estos centros investigativos se dedican a la salud animal, vegetal, agrícola, acuícola y de inseminación artificial.
Cada uno de estos centros cuenta con investigadores y técnicos empeñados en la misión de elaborar productos, biofertilizantes y bioestimulantes con un elevado nivel de aceptación en el país y en el resto del mundo.
Otros, como el Instituto de Ciencia Animal, desarrollan sus tecnologías en el campo de la producción agropecuaria tropical; mientras que el Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria dirige sus ejes investigativos a preservar la salud animal, vegetal y humana.
En tanto los profesionales del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas crean productos de biotecnología para elevar la producción agroalimentaria y desarrollan las variedades de papa, tomate, arroz y soya.
Dentro de los objetivos de estas unidades investigativas también está la capacitación del capital humano, ya sea cubano o extranjero, se forman como máster o doctores en ciencias.
Muchos de los profesionales de esos centros extienden sus conocimientos en varias naciones y se realizan en las áreas de trabajo congresos de carácter internacional donde se distingue la profesionalidad de los investigadores.
Entre los productos notorios se encuentran: el Stabilak, un conservante natural de la leche; el Surfacén, utilizado como tratamiento para el distréss respiratorio neonatal; el Kitomax, el Pectimof y el Asofer, figuran como bioestimulantes y biofertilizantes; todos ellos, patentados en el extranjero por su demanda.
También se encuentra en San José de las Lajas la Universidad Agraria Habanera “Fructuoso Rodríguez Pérez”. En ese centro de altos estudios se forman a los futuros científicos que se integrarán una vez graduados a esa enorme familia que solo haya su razón de ser a través de la ciencia.
Estos centros investigativos que integran el polo científico ubicado en San José de las Lajas cuentan con científicos reconocidos como Premios Academia de Ciencias de Cuba, Premios CITMA y de Innovación Tecnológica.
En cada uno de estos centros, se advierte la impronta de Fidel, porque como dijo el líder de la Revolución en el Sexto FORUM en 1991, “La supervivencia de la Revolución y del socialismo, la preservación de la independencia de este país depende hoy, fundamentalmente de la ciencia y la técnica”.