La historia necesariamente recogerá los episodios crueles que le ha tocado vivir al pueblo cubano como consecuencia del cruel Bloqueo Económico, Político, Comercial y Financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos a Cuba, una política controversial, genocida, injerencista e inaceptable vigente por más seis décadas.
Son muchos los ejemplos que grafican los resultados nefastos para la población cubana de esta maniobra defendida a ultranza como herramienta para derrocar la revolución, so pretexto de salvar de una dictadura a los que aquí vivimos, ignorando por completo la voluntad de la mayoría, patentizada en el respaldo popular de este sistema desde el año 1959.
Aunque algunos se empeñan en negar la existencia real del embargo, las sanciones impuestas a quienes pretender comerciar con Cuba impiden la compra de materias primas, medicamentos e insumos necesarios para impulsar el desarrollo en varias aristas de la vida social y económica del país, aunque, sin dudas, contamos con el capital humano suficientemente preparado para alcanzarlo.
Cierto es que el bloqueo arrecia cada año con nuevas medidas, pero cada vez son más las voces a nivel mundial que se suman al clamor del cese de esta política que no tarda en tener fecha de caducidad.
