Desde hoy y hasta el lunes 19 de abril tendrá lugar en La Habana la magna cita de la militancia partidista cubana: el 8vo Congreso del PCC.
Trascenderá en fecha histórica que recuerda los sucesos de Playa Girón, aquella pretensión de los que no toleraban ni toleran el camino que decidió Cuba, y emprendieron contra la tranquilidad y soberanía del pueblo con la invasión mercenaria y su preludio el 15 de abril de 1961.
Este será un Congreso histórico, de continuidad y fortaleza. Trazará pautas para el período que sigue y aunará ideas para el mejor rumbo del destino de Cuba.
Durante estos días tendrán lugar sesiones históricas, de profundo análisis de cuánto se ha hecho en el último quinquenio y también del camino a recorrer en lo sucesivo.
No se puede decir que se recordará a Fidel en esta cita, porque de hecho, estará presente desde su legado y la convicción de victoria que dejó como sagrada herencia.
Desde hoy, el Palacio de Convenciones en la capital cubana, abre sus puertas a cuatro días de debates, en los que hombres y mujeres en representación de toda Cuba, examinarán soluciones, aportarán ideas, analizarán desaciertos y sobre ellos plantarán las mejores decisiones para ratificar la defensa de cada conquista y la voluntad de no detener la marcha por la victoria.
Centrarán los análisis de estos cuatro días de sesiones la actualización de la Conceptualización del Modelo económico y social cubano de desarrollo socialista, la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
También los resultados económico-sociales desde el 7mo. Congreso, el funcionamiento de la organización partidista, su vinculación con las masas, la actividad ideológica y el examen de la política de cuadros.
Como hace 60 años pero, hoy en medio de otra batalla diferente, ante una pandemia cuyo peligro y letalidad ha marcado este siglo a casi todo el planeta, ante el bloqueo que permanece inmovible y recrudece su furia hacia la mayor de las Antillas, ante los que insisten en entorpecer la ruta decidida y ponen a prueba su veneno y servilismo, Cuba en el latir del Octavo Congreso de la militancia partidista decide una vez más por la Victoria.