Cubanas y cubanos despedimos 2020, un año que, sin dudas, fue muy difícil para nuestro país. El azote del nuevo Coronavirus, el recrudecimiento del Bloqueo Económico, Político y Comercial del gobierno de los Estados Unidos, la política hostil de Donald Trump, los constantes ataques a la Revolución, entre otras vicisitudes tuvimos que enfrentar durante este periplo.
Sin embargo y a pesar de todas las dificultades el fin de año transcurrió con la alegría que caracteriza a nuestra gente. El olor a carne asada, la algarabía, las risas extrovertidas y choque de fichas de dominó, fueron parte de una celebración de amor y esperanzas en el porvenir. Somos un pueblo radiante y optimista, capaces de sobreponernos a toda adversidad sin perder la alegría. No creo ser chauvinista cuando aseguro que no existe otro lugar en el mundo como Cuba.
El 2021 llega con nuevas expectativas, hemos avanzado juntos en el ordenamiento monetario, que si bien no es la solución a todos nuestros problemas, sí se proyecta como una alternativa viable para la economía nacional.
Somos de los pocos países con amplias posibilidades de desarrollar nuestros candidatos vacunales contra la COVID 19. Se mantienen los logros sociales en materia de Salud, Educación y Asistencia Social. Seguimos siendo rebeldes, socialistas e intransigentes en la defensa de las conquistas de la Revolución.
El 2020 pasó a la historia, el Peso Convertible salió de circulación, Donald Trump perdió las elecciones, sin embargo Cuba sigue viva. Las cubanas y los cubanos nos mantenemos firmes y enfocados en nuestras batallas. Tan joviales y unidos por la Patria grande como hace 62 años. Son muchas razones para continuar avanzando hacia el futuro con una nueva sonrisa ¡Bienvenido sea el 2021!
