Cuba fue el primer país de América Latina en ser declarado territorio libre de esta enfermedad.
Las campañas de vacunación antipoliomielítica comenzaron en la mayor de las Antillas en 1962 y desde entonces se desarrollan cada año para proteger a la población.
De acuerdo con la literatura científica, la poliomielitis o polio es una enfermedad infecto-contagiosa que afecta el sistema nervioso central.
Dicha dolencia puede causar inflamación del cerebro y de las neuronas motoras de la médula espinal, produciendo atrofia muscular, parálisis, deformidad y hasta la muerte, y los niños son los principales afectados.
Con la implementación del Esquema de Vacunación Infantil fue posible erradicar en Cuba enfermedades como la difteria, el sarampión, la tosferina, la rubeola y la parotiditis, así como dos formas clínicas severas en menores de un año: tétanos neonatal y meningitis tuberculosa.
También permitió la reducción de la morbimortalidad en más de un 95 por ciento en el país por causa de la fiebre tifoidea, la enfermedad meningocóccica y la hepatitis B.