Dairon , Andrés y Juan Carlos, un grupo reducido de mozalbetes que convierten sus sueños en realidad colocando con sus diestros pinceles sobre el lienzo, las estrellas que soñaban alcanzar en su infancia.
Estos virtuosos incipientes cursan actualmente su tercer año en la Escuela Nacional San Alejandro de La Habana. Allí se descubren, pintores, escultores , ceramistas , poniendo a prueba su talento con sus obras ya expuestas en el lobby de la propia institución y en Ferias del libro, ilustrando algún que otro ejemplar literario para regalar después sus erudiciones a los habidos lectores que seducidos por el hermoso gesto, le regalan a cabio una sonrisa.
Cuentan los hacedores del arte que su mayor gozo fue poder participar en una muestra expositiva que se inauguró en el lobby del cine teatro “Lajero” durante el 2017, donde sus coterráneos los colmaron de agasajos, permitiéndoles de este modo llevar sus saberes hasta la comunidad , contribuyendo así a universalizar la cultura con un sentido de identidad y pertenencia que los enaltece.
Ellos siguen el estilo de los pintores cubanos, tomando de Wilfredo Lam, Amelia Peláez, Eduardo Abela y Carlos Enríquez , sus preferidos, colores, siluetas y contextos, como punto de partida para reflejar la realidad de su país en los tiempos actuales .
Suele suceder entonces que la musa de su ingenio los inspire a dibujar una muchacha con pañuelo a la cabeza labrando los campos, un soldado con traje verde olivo custodiando nuestras costas o un pionero que con su pañoleta roja rememore la sangre de mujeres y hombre gloriosos que ofrendaran sus vidas por defender la Patria.
Desde niños, estos lajeritos se hacían acompañar en sus tiempos libres por acuarelas, crayolas , libros para colorear y hojas en blanco que colmaban de flores, banderas y nubes para ofrecerlas con gentiles ademanes a las niñas de su aula. Desde aquellos tiempos les latía la intuición y el instinto por las artes plásticas.
Hoy satisfechos por la idoneidad que los definen artistas , anhelan matricular en el Instituto Superior de Arte (ISA) con el propósito de perfeccionar su pericia siguiendo el curso de Armando Menocal y Zaida del Río, entre otras grandes figuras del arte cubano para como ellos sumar al legado cultural de nuestro país valiosas pinturas que describan nuestra historia.