Representar los intereses del pueblo es una responsabilidad que Kiusmaiqui Muñoz, joven de 22 años de San José de las Lajas asumió con la mayor disposición.
“Enseñar puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo” sentenció José de la Luz y Caballero, destacado pedagogo cubano, premisa que hace suya Amelia Guerra Cotilla, educadora del Jardín “Infantil Ricitos de Oro”de San José de las Lajas.
De todos los juguetes que tuve cuando niña, mi preferida fue una muñeca de trapo, hecha por las manos maravillosas de mi abuela, quien imprimió en ella, sabiduría y ternura.
El impacto económico de la actividad innovadora en las instituciones de la Industria Alimentaria y la Pesca en San José de las Lajas se exhibe desde hoy y hasta el 9 de abril en el Evento Expo-ANIR en el Recinto Ferial de la capital de Mayabeque.
Un valor esencial en el desarrollo de la personalidad es la honradez.Mencionada en libros, reconocida en frases de personajes célebres, estampada en murales, pero no siempre referencia en consejos comunes, tema de conversación en la familia y de referencia en las aulas en todos los niveles de enseñanza.
Cuando se hable de esa mezcla increíble de bondad y fiereza, cuando se aluda a la dulzura y al ahínco, habrá que retomar entre tantas cubanas a una heroína, distinguida siempre por la sencillez, por una sonrisa sublime y amor profundo a la patria.
El Consejo de la Administración Municipal de San José de las Lajas aprobó seis proyectos propuestos por la Sección de Ciencia Tecnología y MedioAmbiente (CITMA) encaminados a potenciar el desarrollo local a partir del incremento de la producción de bienes y servicios.
“Fuenteovejuna lo hizo”, así cierra Lope de Vega su clásico drama histórico donde se cuenta cómo un pueblo es capaz de unirse y resolver sus problemas.
Obrar puede la capacidad innovadora y convertir en valiosos objetos como salidos de un cuento de hadas los sueños. Así todos los meses mes las educadoras del círculo infantil Dulce Sonrisa de San José de las Lajas se reúnen cada mes para confeccionar juguetes, en un pequeño espacio al que laman taller de la creatividad.
¡Ay que felicidad como me gusta hablar Español!, acuña una guaracha del trovador cubano Pedro Luis Ferrer que hizo época en la década del 80.