Representar los intereses del pueblo es una responsabilidad que Kiusmaiqui Muñoz, joven de 22 años de San José de las Lajas asumió con la mayor disposición.
La niña que muchos vecinos vieron crecer y compartir con ellos cada jornada festiva y de trabajo voluntario con particular disposición se convirtió con los años en la mujer respetada, admirada y un ejemplo digno de imitar en el barrio por su laboriosidad y por no darle la espalda a los problemas, razones que la convirtieron endelegada de la asamblea municipal del Poder Popular elegida por sus coterráneos, en la que todos confían porque saben que la gestión por darle solución a las dificultades está garantizada.
Siempre con una sonrisa halagüeña recibe a los vecinos que la procuran sin importar la hora y la fatiga propia del fin de la jornada laboral; para ella, lo más importante es conocer cada detalle de lo que preocupa a sus electores y se esfuerza por dar una respuesta oportuna y con la mayor prontitud posible.
Kiusmaiqui es de las delegadas que no la vence el cansancio si de brindar su mano solidaria o embellecer el barrio se trata y tiene particular habilidad para que otros se sumen haciendo suya la premisa de que:“En la unión esta la fuerza”.
Por eso, ahora que esta joven junto a las tareas del hogar, el trabajo y el honor de representar a su poblacióncomparte la pasión de esperar un hijo, su ímpetu se redobla y pone más de sí para cumplir con cada nueva misión.
Ella se siente útil y feliz en su colectivo porque sabe que su labor la gente del barrio lo agradece.