Hasta el 28 de octubre se extiende una jornada dedicada a Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos, dos hombres que inscribieron en la historia su heroicidad. Se les recuerda por su bravura, por las anécdotas que revelan la osadía, el amor a Cuba y las ansias libertarias.
De Camilo llega a este tiempo, su sonrisa, su arrojo, aquel último discurso que sellaría con unos versos de Bonifacio Byrme
” Si deshecha en menudos pedazos
llega a ser mi bandera algún día…
¡nuestros muertos alzando los brazos
la sabrán defender todavía!”
Del Che, el haber sido acogido como un hijo de esta isla, su pensamiento económico, la ejemplaridad, que llega estos amaneceres como lecciones imprescindibles para hacer un mejor camino.
A Camilo y Che, hermanados en la lucha, distinguidos por el valor y el sentido del deber se les honra, desde la razón, la voluntad y la pasión para crecer ante las dificultades, para insistir en ese mejoramiento necesario y también para dar cobija a la esperanza, esa que nos permita avizorar el futuro que merecemos más allá de cualquier utopía.
Ambos inspiraron a poetas y cantores que sumaron su inmortalidad en sus obras:
El poeta nacional Nicolás Guillén escribió 4 poemas dedicados al Che, uno de ellos lo leyó el 18 de octubre de 1967 en la Plaza de la Revolución “José Martí”, en La Habana durante la velada solemne en homenaje a quién había caído días antes en Bolivia:
“Y no porque te quemen,
porque te disimulen bajo tierra,
porque te escondan
en cementerio, bosques, páramos,
van a impedir que te encontremos
Che Comandante,
amigo.”
El trovador Carlos Puebla, escribió y musicalizó Canto a Camilo:
“Te canto porque no es cierto
que tu hayas muerto Camilo
te canto porque estás vivo
y no porque te hayas muerto
Porque estás vivo en el alma
del pueblo de tu cariño
en la risa de los niños
y en el verde de las palmas”
Del 8 al 28 de octubre, una jornada de recordación a Camilo y Che en toda Cuba
