A punto de despedir el 2021, una noticia sorprende a todos. Se trata de la aparición de Ómicron, variante B.1.1.529 del SARS-COV-2, que ha sido calificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “de preocupación” y nombrada con la decimoquinta letra del alfabeto griego (Ο, ο), que corresponde a la o breve del latino.
El organismo internacional ha reconocido que esta cepa tiene una gran cantidad de mutaciones y la evidencia preliminar sugiere mayor riesgo de reinfección, lo que en su opinión resulta una evidencia indicativa de un cambio perjudicial en la epidemiología de la COVID-19.
Tal situación lejos de provocar miedo, indica que todo cuidado es poco, de ahí la necesidad imperiosa de mantener alto grado de exigencia en la vigilancia epidemiológica en aeropuertos y terminales portuarias y el estricto cumplimiento de los protocolos de higiene y desinfección.
Ante la aparición de la nueva variante del coronavirus en Cuba a partir del 4 de diciembre se aplicarán nuevas medidas de reforzamiento en el control de viajeros internacionales para advertir sobre la entrada de Ómicron y evitar su propagación en el territorio nacional.
La realidad asusta y llama a actuar con rigor y disciplina para no revertir lo logrado en el país. Se impone además mayor responsabilidad para protegernos, porque el auto cuidado sigue siendo imprescindible en esta batalla por la vida.
No se puede dar lugar a negligencia ni confianzas, ante cualquier síntoma gripal o de enfermedades respiratorias, urge acudir al médico y sobre todo, mantener las medidas sanitarias orientadas como el uso del nasobuco, la desinfección y el distanciamiento.
Si bien San José de las Lajas ha reducido el índice de positividad y contagios, es preciso ahora multiplicar esfuerzos desde una conducta adecuada, responsable porque en ello va la defensa de la vida.
A los desvelos de los hombres y mujeres de ciencias, creadores de vacunas, a todos los que han dispuesto conocimientos y voluntad en esta batalla desigual contra un enemigo silencioso y letal como ha demostrado ser la Covid 19, debemos retribuir con mayúscula conciencia para preservar lo alcanzado y la existencia.
Sin miedo pero, con más cuidado, debemos enrumbar los días que siguen. La Covid-19 no es pasado.