En San José de las Lajas se realizan ingentes esfuerzos para mejorar la calidad de vida de las familias al proporcionarles el tan deseado abasto de agua.
La conductora San Luis, una de las inversiones importantes emprendidas recientemente beneficia a más de 10 mil pobladores residentes en zonas altas de esta ciudad cabecera provincial.
Quienes por muchos años habían sufrido la escasez de este recurso ahora ya pueden vivir mejor con la existencia de ese servicio.
Ciertamente la sequía incide en San José de las Lajas como en gran parte de Cuba. Los productores sienten su huella sobre las cosechas; los embalses no llegan a la mitad de su capacidad de llenado y aún varios núcleos familiares de esta municipalidad tienen dificultad para recibir el preciado líquido en sus hogares.
Se trata de un tema de enorme preocupación y no solo por su impacto directo en la escasez de agua para el consumo humano, sino también en la agricultura y la alimentación de millones de personas.
La responsabilidad ciudadana juega un papel preponderante para paliar los efectos de la sequía. Precisamente en el ahorro del vital líquido y en la educación a las nuevas generaciones sobre el uso racional del agua descansa una de las pautas para enfrentar la sequía desde la individualidad.
Es urgente resolver cualquier salidero ya sea en el hogar, en edificios, o en el vecindario; es menester que el agua no se desperdicie en el fregado de autos o en otras actividades.
Es imprescindible reiterar a los niños y a la población en general el colapso que sufre la comunidad sin el abasto del agua potable, así como los innumerables esfuerzos que hace el país para proporcionarla a las familias sin costo alguno.
El llamado a ser conscientes es una tarea de todos y de todos los días.
