¿Documentales radiales?

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¿Documentales radiales? es el título del tema desarrollado en el espacio Moviendo los caracoles, que auspicia la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y tiene como sede habitual la sala Martínez Villena de la cincuentenaria institución cultural

Las palabras de apertura estuvieron a cargo de la M.Sc. Orieta Cordeiro, vicepresidenta de la asociación anfitriona, quien destacó la importancia que adquiere ese género radiofónico, no solo para la academia, sino también para la praxis profesional de periodistas y realizadores.

Una vez precisada la vigencia de la línea temática, le cedió la palabra al doctor Michael García Pérez, máster en Realización Audiovisual, quien defendió ese grado académico con el  radiodocumentalUn hombre imprescindible.

Con posterioridad, el realizador esbozó las motivaciones fundamentales que le aguijonearon el intelecto y el espíritu para incursionar en el campo del radiodocumental; género artístico que, según él, es capaz de llegar al corazón de la audiencia, y por ende, tocar —con la suavidad de la seda— las fibras íntimas del radioescucha.

García Pérez reseñó las características generales y específicas del radiodocumental, así como los fundamentos conceptuales, teórico-metodológicos y prácticos en que se estructura dicho género narrativo, que —lamentablemente— no se cultiva con la frecuencia requerida en nuestras emisoras, pero sí, fuera de nuestras fronteras geográficas, donde —incluso— tienen lugar eventos de carácter internacional, en los cuales esa manifestación radiofónica desempeña una función de primera línea.

De acuerdo con los resultados de la investigación llevada a cabo por el doctor García Pérez, los radiodocumentales se sustentan —básicamente— en tres pilares fundamentales: sonoros, narrativos y dramatizados, sin subestimar, por supuesto, la función primordial que desempeña la técnica en su elaboración y realización.

Según la apreciación del realizador, deviene un requisito indispensable llevar a cabo una exhaustiva indagación acerca del tema que se va a tratar en el contexto radiofónico, y en consecuencia, analizar —con profundidad— los hallazgos de dicha pesquisa, sobre todo desde una óptica objetivo-subjetiva por excelencia.

Por otra parte, habría que tener muy en cuenta —acota el doctor García Pérez— la calidad vocal del narrador que relata los sucesos o acontecimientos en que se sustenta el desarrollo de la acción dramática, así como la concepción estético-artística en que descansa ese tipo de creación radial.

Por último, se refirió a los maestros y cultivadores del género, en la mayor isla de las Antillas: Santiago Álvarez, Julio Batista y Gladys Pérez, entre otros, que han transmitido sus conocimientos teórico-prácticos a los «pinos nuevos» que incursionan en el ámbito radial y en la pantalla grande..

Como parte del espacio se escuchó el radiodocumental Un hombre imprescindible, donde —con genuina música cubana de fondo— se oye, con meridiana claridad, la voz inconfundible del veterano maestro, quien se presenta como una persona procedente del medio rural, y caracterizada por la sencillez y la humildad que lo identifican desde la vertiente personográfica

Con un hablar pausado, pero sin prisa, narra cómo se traslada del campo a La Habana, donde comienza a incursionar en la radio y la pequeña pantalla insulares; ambientes en los que estableció sólidos vínculos profesionales y afectivos con actores, técnicos y demás personal que laboraba —en aquella época sociohistórica— en los medios nacionales de comunicación.

«Poco a poco, como llega cojeando la verdad de la mano del tiempo, según la sentencia filosófica del pensador griego Annon, llega a la naciente televisión, y con mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio, se convierte en el artista integral es y será por siempre.

Con apoyo en los valiosos testimonios aportados por artistas, profesionales y técnicos que han estado y están muy cerca de él desde todo punto de vista, el auditorio pudo conocer que en uno de los viajes de Jesús Cabrera a Suramérica, fundó la televisión en la República de Colombia, y creó el canal TeleRebelde, en Santiago de Cuba; dato recogido en el volumen A capa y espada. La aventura de la pantalla, del poeta, escritor y periodista Reinaldo Cedeño Pineda, vicepresidente de la UNEAC en la Ciudad Heroica.

Además, fue el primer decano de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) de la capitalina Universidad de las Artes (ISA), que le otorgó el título de Doctor Honoris Causa. En el emblemático centro de enseñanza artística fue profesor titular, y celoso en la selección del claustro docente de la FAMCA. Entre ellos, habría que incluir, por derecho propio, a los másteres en Ciencias Caridad Martínez y Orieta Cordeiro, por solo citar las más familiarizadas con el medio radial.

De acuerdo con los entrevistados, Cabrera posee una vastísima cultura dramática, es un hombre recto, exigente, con sólidos criterios éticos, pero tierno y cariñoso, capaz de ganarse el afecto y el respeto de quienes han tenido el privilegio histórico de conocerlo y tratarlo, tanto en un estudio radial, como en el set de filmación, o fuera de esos espacios.

Para finalizar, los actores que intervinieron en las teleseries En silencio ha tenido que ser Finlay destacaron la función «clave» desempeñada por ese artista único e irrepetible en la realización de esas joyas del audiovisual cubano de todas las épocas.

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