Como muestra del compromiso de los estudiantes universitarios cubanos con la generación histórica de la Revolución, la Federación Estudiantil Universitaria entregó al General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y a José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario, el Premio Alma Máter, máximo reconocimiento otorgado por la organización.
Ambos dirigentes partidistas y el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, asistieron como delegados de Honor a la sesión final del IX Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), que tuvo lugar en el Palacio de las Convenciones y que coincidió con el aniversario 63 de la partida de Fidel a su exilio en México.
Al entregar el Premio Alma Máter, Raúl Alejandro Palmero, presidente nacional de la FEU, reconoció en José Ramón Machado Ventura «su constante antimperialismo desde su formación como estudiante de Medicina, la modestia, sencillez y el sacrificio de tantos años, su cariño hacia la juventud y su ejemplo constante». Todo ello lo hace merecedor de este reconocimiento, valoró.
Con igual cariño se le entregó el Premio Alma Máter al General de Ejército Raúl Castro Ruz, «uno de los miembros de nuestra FEU más queridos», por su trayectoria de «lucha universitaria, por inculcarnos con el ejemplo la inspiración para convertirnos en el avispero que hoy somos en defensa del Socialismo, por su temple, coraje y serenidad», expresó Palmero.
Otros motivos que le hicieron merecedor del alto reconocimiento son «la invariable convicción de que podemos vencer en los momentos más difíciles; ser guía y paradigma para las nuevas generaciones sin perder jamás la sonrisa ni el espíritu juvenil; por su modestia, desinterés y altruismo, su confianza y amor en la juventud; y por ser, sobre todas las cosas, el más fidelista de todos los cubanos», significó el Presidente nacional de la Federación.
José Ramón Machado Ventura agradeció esta condecoración que «no esperaba», pero que «realmente asumimos con pleno agradecimiento y de corazón».
Escuchándolos a ustedes –dijo–, representantes de un cuarto de millón de estudiantes del país, me percato de cuán poco se parece la realidad de hoy a esos tiempos, en los que yo fui uno de apenas 15 000 estudiantes universitarios en toda Cuba. Con el triunfo de la Revolución, por vez primera, los jóvenes fueron tenidos en cuenta.
Me atrevo a asegurar que en muy pocos lugares se reúnen los estudiantes con pleno consentimiento y apoyo para reflexionar y buscar soluciones desde la base, hasta un encuentro nacional, comentó.
Machado añadió que los más de 10 000 planteamientos recopilados en los últimos meses son motivo de orgullo, por la seriedad, responsabilidad y compromiso.
No podía ser de otro modo, cuando esta Revolución, que comenzó el 10 de octubre de 1868, ha estado conducida por una vanguardia de jóvenes martianos y patriotas, como los aquí presentes, dijo.
El Segundo Secretario del Partido aseguró que los jóvenes, continuadores de la epopeya, han demostrado la vigencia de Fidel y ser fieles a su pensamiento, esencia misma de la FEU.
Reconoció, además, los múltiples proyectos que asume la organización con entusiasmo, que se extienden más allá de los muros de sus centros docentes, como es el caso de la tarea Educando por amor.
A pocos días de conmemorar el aniversario 65 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el próximo 26 de julio, nos sentimos orgullosos del estudiantado que tenemos, de su capacidad de ser útiles y el espíritu antimperialista que los acompaña, concluyó.
HOMENAJE A FIDEL
A la cita de los universitarios cubanos, que comenzó en La Habana el pasado viernes 6 de julio, asistieron 500 delegados e invitados en representación de todas las provincias del país.
Al comenzar la jornada de este domingo, los delegados recordaron a Fidel, quien tuvo una relación muy estrecha con los jóvenes.
«Que cada uno de ustedes se haga el compromiso de estar a la altura de Julio Antonio Mella en el espíritu revolucionario, en el trabajo, en el esfuerzo, en el estudio –expresó Fidel durante el Primer Congreso de la FEU, en 1979–. Porque parto de la profunda convicción de que en cada uno de ustedes hay un Mella, hay un José Antonio… Ellos, y muchos como ellos, cayeron para convertirse en árbol para ser semillas, o cayeron como quería Mella: para ser útil sirviendo como banderas. ¡Y ustedes, estudiantes universitarios de hoy, son frutos del árbol, los portadores de la bandera!», rememoraron los universitarios.
Fidel y José Martí, desde su grandeza, nos guían en estos tiempos, y así la FEU asume el reto de ser la continuidad, a la altura de este pueblo y de nuestra historia, aseguró Raúl Alejandro Palmero, presidente nacional de la FEU.
Catalogó de «enriquecedor» el debate de estos días, donde se ha reflexionado sobre la brigada de la FEU, célula básica del funcionamiento de la organización, que «debe ser un espacio de unidad y debate en cada aula universitaria»; la necesidad de continuar incentivando el estudio, dar seguimiento a los egresados, incrementar las labores sociales de impacto en las comunidades y el movimiento de artistas aficionados, además de convertir la comunicación en una forma de combate, añadió el líder estudiantil.
Nuestra realidad dista mucho de la que vivió Cuba antes del triunfo revolucionario, reconoció Palmero. No vivimos las diferencias sociales ni de raza, donde los jóvenes no tomaban partido en las decisiones políticas, donde existía una crisis del sistema educacional, que respondía a intereses de gobiernos corruptos.
«Por eso honramos hoy la memoria de las vidas jóvenes que se perdieron: a José Antonio Echeverría al frente de la Federación Estudiantil; a Julio Antonio Mella; al joven Fidel. Todos ellos, los héroes y mártires del movimiento estudiantil, son nuestro orgullo y acompañan hoy a esta organización en el camino hacia su centenario», expresó.
Para Raima González, delegada de la provincia de Pinar del Río, este Congreso es nuestro regalo para Fidel, «pues no somos una juventud apolítica» y con esta premisa desde las brigadas surgieron respuestas y soluciones, que son las que se han discutido en estos días.
«No olvidamos la historia ni renunciamos a nuestros principios e ideas. Con orgullo somos cubanos, fidelistas y martianos», añadió Raima.
Por su parte, el joven nigeriano Ismael, estudiante de Medicina, aseguró ser africano de nacimiento, pero cubano de corazón. «Aquí me hice hombre –dijo–, gracias a esta Revolución que es tan grande. Vengo de un continente en el que muchos de sus países son pobres, donde niños mueren de hambre y no tienen acceso a la salud o a la educación. Muchos de ellos creen vivir libres, sin conocer la libertad ni la paz. Resguarden esta Cuba, verdaderamente libre e independiente, aquí están los hijos del mundo para defenderla hasta el último aliento».
Como parte de la última jornada del IX Congreso, se dio a conocer el nuevo Secretariado de la Federación Estudiantil, en el que se mantiene como presidente nacional de la organización Raúl Alejandro Palmero, también miembro del Consejo de Estado.
Además de Palmero integrarán el Secretariado Nacional: José Ángel Fernández Castañeda, como vicepresidente, y se ratificó a Mirthia Julia Brossard como presidenta de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae).
Los delegados, al concluir la jornada, aprobaron la Declaración Final del Congreso, que ratifica el Socialismo como único sistema posible para Cuba, y la continuidad de esta Revolución martiana, fidelista, marxista-leninista y antimperialista, como misión suprema de la joven generación.
A la clausura de la cita asistieron, además, Susely Morfa González, miembro del Consejo de Estado y primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, así como invitados del Comité Central del Partido, del Buró Nacional de la UJC, del Estado y el Gobierno.