La contaminación ambiental es un aspecto que nos concierne a todos y no solo a unos pocos, pues la Tierra es nuestra casa grande y como tal, tenemos la obligación de preservarla.
En los últimos años y, a pesar de que más se conversa sobre la protección del entorno, resulta desacertado apreciar cómo algunos individuos hacen lo contrario, a pesar de conocer los perjuicios que envuelve para el presente y, sobre todo, el futuro de los seres vivos.
De continuar así justamente tendremos que desafiar, de forma anticipada, las secuelas de ese accionar negativo, y dolorosamente, no somos los seres humanos los únicos afectados, además los animales, que en cuantiosas ocasiones enfrentan problemas para hallar el alimento requerido y un hogar bajo el auxilio del medio ambiente.
Pero no todo en el panorama es negativo, porque favorablemente muchos protegen y defienden los sistemas naturales, hacen progresar plantas y árboles, optimizan la agricultura, y evitan la deforestación y la sequía.
En la actualidad la ciencia está al servicio y ayuda del medio ambiente, y en muchos países brotan proyectos heterogéneos que posibilitan el sustento climático, como decisiones para concientizar sobre la necesidad de unir a todos en la preservación de la naturaleza, para así mismo salvaguardar lo más hermoso y primordial: nuestra existencia.