El Primero de Mayo en la actualidad es una jornada de celebración para los cubanos, en la cual se ratifican compromisos, resaltan logros y se reconoce la labor de diferentes sectores y sus colectivos.
Sin embargo estas no siempre fueron las motivaciones del proletariado cubano, que por vez primera, en 1939 realizó un gran desfile, con el propósito de exigir el reconocimiento legal de esa organización, el cese de los desalojos campesinos, la defensa de la industria nacional y el establecimiento de leyes para el retiro.
Otras de las demandas de esa primera marcha multitudinaria fueron, la penalización a empresarios que no cumplían las leyes sociales y laborales existentes, la reposición de los obreros a sus puestos de trabajo, la puesta en práctica de un programa de obras públicas como vía para contrarrestar el desempleo y el repudio al régimen implantado por esos años en la Mayor de las Antillas.
Organizada por la Confederación de Trabajadores de Cuba, este primer desfile tuvo un carácter unitario hasta el año 1947, cuando derivado de la Guerra Fría, elementos amparados por el gobierno existente, impusieron por la fuerza la ruptura del movimiento obrero, ensombreciendo la fecha.
Durante once años los verdaderos representantes de la clase obrera, no dejaron de celebrar el primero de mayo, pese a las amenazas de los gobiernos de turno, en cada una de esas acciones denunciaban de manera enérgica todos los desmanes de los regímenes al servicio del imperialismo yanqui.
Al llegar enero de 1959, la fiesta del proletariado mundial en Cuba se convirtió en un escenario de fiesta, no solo para el pueblo trabajador, sino también para estudiantes, amas de casa y pueblo en general, quienes desde entonces, durante esas jornadas reafirman su compromiso con Revolución y sus logros sociales .
