Este 7 de diciembre, cuando se cumplen 126 años de la caída en combate del Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales, el pueblo cubano le rinde tributo al Segundo Jefe del Ejército Libertador, quien lideró la Invasión de Oriente a Occidente.
Duele recordar a quien ya no se encuentra entre nosotros, cada 7 de diciembre el dolor se reproduce pero el Titán de Bronce sigue siendo el guía y modelo de intrepidez para los hombres y mujeres que habitan la Cuba de hoy.
Hay mucho de que hablar de Antonio Maceo, uno de los patriotas más respetados de las gestas independentistas del siglo 19, junto a José Martí y Máximo Gómez. Raras veces germinan hombres así de su talla, con su ímpetu, con su valor, con su decoro, con su entusiasmo desenfrenado por la independencia y su valeroso pensamiento.
Su pensamiento antirracista fue principio que le acompañó toda su vida, por el cual también se resistió al Pacto del Zanjón y encabezó la Protesta de Baraguá al concluir la Guerra de los Diez Años en 1878, en la que promulgó su decisión de perpetuar la lucha hasta alcanzar la independencia.
Este 7 de diciembre los cubanos rinden homenaje a hombres y mujeres que entregaron sus vidas en misiones internacionalistas así como al mayor general Antonio Maceo Grajales, un hombre grandioso, que supo proteger los intereses y principios de los revolucionarios.
