En términos beisboleros Mayabeque anda con muy buenos pasos y eso me alegra pero, yo soy de Santiago. Los Huracanes han derrochado destreza en el terreno y al decir y cantar de Eliades Ochoa: “están como nunca” y eso me alegra pero, yo soy de Santiago y la derrota de las Avispas me duele.
A la par del Código de las Familias, el conflicto entre Rusia y Ucrania va la pelota, temas más comentados en la calle, donde cada quien se cree especialista en la materia y libre de opinar distingue con sus puntos de vista estos sucesos que ocupan titulares en nuestro país.
Que cada juego resulte un atractivo espectáculo, donde los equipos, rivales en el terreno, lo den todo por la victoria merece un aplauso enorme, y en Mayabeque es muy significativo, pues no es secreto la preferencia en San José de las Lajas y otros territorios por el equipo Industriales, algo que no es nuevo.
Ahora bien, parte de ese espectáculo es el público, el cual asiste a las gradas para apoyar a su equipo y para ello existen distintas maneras, desde las ovaciones, vestirse del color del uniforme, carteles, en fin, las ideas pueden ser diversas pero, horrible lo que sucede en ocasiones, cuando la afición grita al equipo contrario cualquier cantidad de “cosas” como, esa manera peyorativa de vociferar a las Avispas, “Oye, palestino y bien”.
Que no falten la cordura, el respeto y el buen decir y, que primen el entusiasmo, la alegría, la originalidad para ver a los del patio jugar como estrellas y si no alcanzan la victoria, animarles para el próximo juego.
Lo de gritar y a veces hasta ofender ocurre y demerita, es menester acorralar esas manifestaciones y hacer todo lo posible por contribuir a que prime el sano disfrute de la LXI Serie Nacional de Béisbol.
Los Huracanes tienen ante sí el desafío de recuperar la cima y afianzar la confianza de la afición de esta provincia por su equipo que ya ha dado muestras de sus garras y empeño por seguir adelante; entonces seamos corteses con los visitantes, póngase a prueba el ingenio y sea parte de un espectáculo que brille con luz propia y con la gracias de los mayabequenses sin lugar a las groserías.
Lo de: Oye, palestino y bien: NO.