Es archiconocida para todos los cubanos la famosa carta dedicada al joven Carlos de Castro y de Castro, firmada por José Martí y su amigo Fermín Valdés Domínguez. En dicha epístola, recriminan a su compañero por estar al servicio del cuerpo de voluntarios. Por ese hecho, Martí es juzgado y condenado a seis años de prisión con trabajos forzados.
El 21 de octubre de mil 869, el joven José Martí es detenido y encarcelado en las Canteras de San Lázaro donde hoy se ubica la Fragua Martiana. Al llegar allí se convirtió en el preso 113 de la Primera Brigada de Blancos de la Real Cárcel. Le rasuraron su cabello, vistió un tosco traje de presidiario con sombrero negro, y le remacharon a la cintura y al pie los grilletes que dejarían una huella en su cuerpo para el resto de su vida. Sobre cuánto fortaleció espiritualmente esta experiencia a nuestro Héroe Nacional, nos comenta el ya fallecido, Roberto Fernández Retamar, Premio Nacional de Literatura mil 989.
