Cada vez son más comunes las cuentas de niños y adolescentes en las redes sociales, pese a las múltiples advertencias en los medios de comunicación del peligro que ello entraña.
Sorprenden las publicaciones inocentes de algunos pequeños en la red de redes, cargadas del ingenio infantil, pero expuestas a un enorme riesgo.
Publicaciones en ropa y poses sensuales, en escenarios inapropiados y acompañados de bailes eróticos o parlamentos aprendidos, cargados de palabras y frases no acordes con esas edades, inundan hoy las redes sociales.
Las cuentas de los menores en internet, violan algunos requisitos de Facebook, YouTube e Instagram, por ejemplo, donde es necesario registrarse con una fecha de nacimiento falsa como prueba de la mayoría de edad.
Varios estudios a nivel internacional señalan del peligro de que puedan contactar con desconocidos, dar lugar a malos entendidos, ser víctimas de bullying o de una suplantación de identidad, entre otros muchos problemas.
Son los adultos quienes facilitan el acceso de los menores a internet, motivo por el cual son también responsables de lo que a ellos pueda sucederles.
Reconocidas son las ventajas proporcionadas por la internet si se utiliza de forma racional y responsable, pero de igual forma, mal empleada puede convertirse en una herramienta muy peligrosa.
Niños y adolescentes no deben acceder a internet sin la supervisión de un adulto, quienes además deberán controlar el tiempo que allí invierten.
Preservar la integridad de niños y adolescentes lleva consigo una cuota alta de madurez y sensatez de la persona a la cual corresponde velar por ella. Mantengamos entonces, a los infantes, lejos del peligro.