La historia de mi país es grandiosa y en sus páginas sobresale la entereza de sus protagonistas.
La jornada del 14 de junio certifica la heroicidad de dos gigantes que emprendieron el camino hacia la eternidad, ellos son Antonio Maceo y Grajales y Ernesto Guevara de la Serna, nacidos este día en diferentes épocas.
Maceo es considerado todo un maestro en el empleo de la táctica militar, combatiente por excelencia y jefe de elevado prestigio. Como guerrero incansable, intervino en más de 600 acciones combativas. Su cuerpo estaba marcado por 26 cicatrices de guerra.
El Che, más cercano a nosotros, también brilló como estratega y jefe militar de ejemplaridad única. Sus enemigos le cortaron las manos y ultrajaron su cadáver, sin imaginar que este cubano de corazón se convertiría en líder eterno para el mundo.
Al Titán de Bronce y al Guerrillero Heroico los une la admiración que siente el pueblo hacia ellos, especialmente los niños, que estudian sus obras y descubren detalles que los engrandecen como seres humanos de una nobleza incalculable.
Por el ímpetu y bravura con que enfrentaron al enemigo de la Patria y por la talla como hombres integrales, Maceo y Che, serán recordados siempre en cada 14 de junio.