La Covid 19 es letal, ha provocado más de 4 millones de muertes en el mundo desde la aparición de la enfermedad en diciembre de 2019. Inicialmente, nos parecía distante pero todo comenzó a cambiar cuando sentimos la agresividad del virus en personas conocidas, desde entonces sabemos que está cerca, que está en cualquier parte.
Si preocupante es enfrentar y padecer la Covid19, también es cuanto ocurre con los convalecientes. Al consultar artículos al respecto trasciende un estudio realizado en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) que revela las secuelas neurológicas de mayor frecuencia.
El proyecto de investigación que dirige el doctor Narciso Argelio Jiménez Pérez precisa que muchas personas después de recuperadas manifiestan trastorno del sueño, adaptación, nerviosismo, ansiedad, depresión, además de fatiga crónica, la afectación más común de todas.
Nos enfrentamos a un combate desigual. Estamos ante un enemigo invisible pero mortal que a diario cobra vidas. Influye sobremanera en la evolución de los pacientes contagiados el estado previo de salud, lo cual condiciona tanto su tránsito por la enfermedad aguda como por su recuperación. Lamentablemente el cuadro clínico empeora en aquellas personas con comorbilidades.
La Covid19 además incluye entre sus secuelas manifestaciones cardiovasculares y complicaciones trombóticas, renales, intestinales y pulmonares. Su impacto es visible en niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores. Lo más importante es no dar entrada al virus, de ahí que sensatez, buen juicio e higiene resultan imprescindibles para preservar la salud.
Aunque parezca llover sobre lo mojado, es menester interiorizar cuán importante es la autorresponsabilidad, el cuidado individual, el uso correcto del nasobuco y el cumplimiento de las medidas higiénicas y de distanciamiento, barreras de contención que permiten cortar la transmisión de la pandemia.
El proceso de vacunación que se realiza en Cuba es elemental y es el resultado de la consagración de los hombres y mujeres de ciencia pero, la principal vacuna con que cuenta la humanidad para controlar la pandemia es la prevención y el autocuidado. Las vacunas tienen que ser respaldadas por la responsabilidad de todos.
Sobrevivir a la Covid19, es una victoria pero, la enfermedad puede dejar huellas que acompañen toda la vida. El triunfo ante la pandemia radica en no darle entrada, en hacer galas de la prudencia, la disciplina y el respeto a sí mismos y hacia los demás. La vida es bella, preservarla es la mayor misión que todos tenemos.
Fuentes consultadas:
Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina.
Agencia cubana de Noticias
Infomed
