El descenso en la disminución de la intensidad de transmisión de la Covid-19, manifiesto en el actual mes sin lugar a dudas constituye un resultado añorado y un logro de la ciencia y los profesionales de la salud en Cuba.
Tal realidad insta a no descuidarnos y sí a continuar de manera disciplinada con las medidas establecidas como el uso correcto del Nasobuco, el lavado frecuente de las manos y el distanciamiento físico.
La imprudencia es fatal en este contexto para los que consideran que ya todo pasó y no habrá retroceso. Es menester meditar sobre cuán letal es el virus y aprender a convivir con un alto grado de responsabilidad para no contribuir a su propagación.
El proceso de vacunación, y las medidas implementadas conllevan al descenso sostenido de las cifras de transmisión de la epidemia. Por ello corresponde a cada quien ser muy exigente con el autocuidado y a la vez con la protección de sus semejantes.
Los resultados actuales en la provincia Mayabeque revelan una tendencia al control, también a la calidad del proceso de atención médica y a la seguridad, eficacia y efectividad de las vacunas cubanas.
Baste señalar, por solo tomar como ejemplo los días comprendidos del 5 al 11 de septiembre, donde Mayabeque reportó 2701 casos, y de ellos 685 correspondieron a San José de las Lajas. En igual fecha pero, del mes de octubre la provincia mayabequense confirmó 404 casos positivos y de ellos del territorio lajero fueron 72.
Cuanto se ha ganado en esta batalla contra la Covid-19 no se puede perder, urge ser más estrictos y visualizar que el peligro no ha pasado y todos sin excepción somos blancos del virus; por tanto cuidarse, no es mera palabra, cuidarse implica salvar la vida.
