Un aniversario se cumple el próximo 25 de noviembre, de la ausencia física del ser humano más grande de su tiempo, ese que llamara Gabriel García Márquez: el hombre más importante del siglo XX, ese, que entre sus tantas aristas, batalló porque Cuba fuera, necesariamente, un pueblo de hombres de ciencia.
Un grano de arena entre lo tanto que hizo nuestro eterno Comandante por Cuba, relacionado con esta esfera, fue la creación de centros científicos, muchos de ellos situados en San José de las Lajas y que han transformado a la capital de Mayabeque en un polo científico de la provincia y el país.
El Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria, el Instituto de Ciencia Animal, La Universidad Agraria de La Habana “Fructuoso Rodríguez Pérez” y el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, figuran entre los centros de mayor repercusión de todo el archipiélago, muchos de ellos únicos de su tipo en el país.
Sus aciertos en esta rama han trascendido las fronteras de una isla, pequeño en superficie, pero gigante por el desarrollo alcanzado; tanto, que hoy intercambian profesionales cubanos y foráneos y se benefician con el producto de la ciencia cubana personas de todo el mundo.
Ese también es Fidel, un hombre a la altura de su tiempo y de una Revolución que como el soñó, forjó un pueblo de hombres de ciencia.