Los años cuentan. Marcan una edad tercera en las personas que sobrepasan los 60, a quienes también se les reconoce como adultos mayores.
Los años cuando son abundantes apuntan al envejecimiento, un vocablo al que muchos temen, algunos respetan y otros, lamentablemente, no lo conciben de la mejor manera.
A este tiempo ha llegado el Código de las Familias, un documento jurídico que articula una serie de preceptos encaminados a proteger a las personas de la tercera edad.
Todo ello basado en documentos rectores decretados por organismos internacionales, a partir de las tendencias mundiales de indicadores como el envejecimiento poblacional.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en diciembre del 2020, el período 2021-2030 como el Decenio del envejecimiento saludable pero, ¿Qué es envejecimiento saludable? Es un proceso continuo de optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida.
El envejecimiento saludable se sustenta en desarrollar y mantener la capacidad funcional en los adultos mayores, que permite el bienestar, vital para que la persona haga lo que desee y pueda, desde el punto de vista fisiológico; pero, también, a partir de lo que el medio le demande.
El Proyecto del Código de las Familias, normativa en Consulta hasta finalizar abril, tiene entre sus prioridades legislativas la protección del adulto mayor, desde su perspectiva como ser humano hasta el rol de abuelos.
Entre los artículos destinados a esos fines están el 4, 8, 47, 141 y 422, dentro de los cuales se potencia el derecho de los adultos mayores a su autodeterminación, independencia e igualdad de oportunidades.
Prioridad, razones y más
Según vaticinios demográficos Cuba tendrá el mayor índice de envejecimiento de la población hacia el 2030 en el área latinoamericana y caribeña. Los adultos mayores merecen toda consideración, respeto, inclusión en la sociedad en la que deben contar no solo con la voluntad del estado, el Código que los ampara, también es imprescindible que la familia los tenga en cuenta en esa etapa de la vida en la que los afectos resultan el mejor bálsamo.
Este tiempo adverso cuenta con todo un suceso: el Proyecto del Código de las Familias, un documento jurídico humanista, que apuesta por el amor y los afectos, que visibiliza a los adultos mayores y los ampara.
Este tiempo también debe contar con familias sensibles que dispongan voluntad y esmero para contribuir a que sus mayores tengan un envejecimiento saludable
