El agua, líquido vital para la vida en la Tierra, es elemento esencial en la nutrición de plantas y animales. Cualquier ser humano podría vivir sin consumir alimentos pero no sin ingerir agua, de ahí la necesidad de mantener su higienización y permanencia.
Las aguas naturales empleadas para el consumo humano precisan de tratamientos que evitan la aparición de enfermedades como las diarreicas agudas, muy comunes en esta etapa veraniega, resultado de las intensas lluvias que contaminan las aguas subterráneas.
Aunque en Cuba el tratamiento del agua se realiza en sus fuentes abastecedoras, siempre se recomienda la práctica de diferentes métodos domésticos para garantizar la adecuada calidad. Hervir el agua es considerado por los especialistas el método de salud más eficaz, pues con él se eliminan múltiples microorganismos patógenos. Sin embargo, muchos lo rechazan por notar en el agua un sabor poco agradable al paladar después de hervida.
Para este inconveniente se recomienda filtrar el agua luego de hervirla por al menos 10 minutos y pasarla de un envase a otro para que se oxigene.
Por lo sencillo de este método y la necesidad de consumir agua fresca y saludable, imprescindible para la vida es importante incluir en la rutina diaria la higienización de este preciado líquido.
