Hablar de drogas es como decir palabra mala o mala palabra, el tema nos ha resultado distante, pero la realidad nos estremece y señala que es preciso educar frente al riesgo, advertir, reflexionar con todos sobre la letalidad de la drogadicción.
Cuba es estado parte de las tres convenciones de la ONU para enfrentar el consumo de narcóticos y pertenece al Foro de Cooperación entre América Latina-Unión Europea.
El peligro de las drogas es conocido pero aún así es preciso volver sobre ese mal que puede llevar a la muerte, en ese sentido escuela y familia son esenciales en ese combate por llamarle de algún modo, porque el consumo de drogas, es preciso combatirlo y exterminarlo de raíz.
La familia debe ser muy observadora de la conducta de sus hijos, debe conocer el universo donde se desenvuelve el adolescente, cuáles son sus ideales, sus metas, sus redes de encuentro. Es necesario estar al tanto del hacer de sus hijos, de sus relaciones y alertas ante cualquier cambio en su personalidad.
Es muy importante la prevención y de la efectividad de esta dependerá que pueda atajarse el problema, porque que nadie lo dude, es un problema y existe.
La mejor prevención está en el concurso de todos; hablar con claridad sobre las consecuencias de la drogadicción; es menester poner énfasis en adelantarnos y desarrollar habilidades personales de autocuidado, autocontrol, el manejo de problemas y situaciones estresantes, que no busquen la compañía de las drogas y sí optar por conductas saludables.
Para la Atención Integral a las Adicciones el Sistema Nacional de Salud cuenta con un servicio de Consejería Telefónica (103), confidencial, anónimo y gratuito, que presta servicios las 24 horas del día. Cuenta con un personal calificado para ofrecer orientación, información y apoyo psicológico a las personas que acceden al servicio.
En la Atención Primaria de Salud, los Policlínicos y Consultorios Médicos de la Familia son escenarios primordiales para ejecutar acciones de promoción, educación para la salud, prevención del riesgo y tratamiento oportuno, los Medios de Comunicación también.
Hablar de las drogas ya les decía es como una mala palabra, pero existe, y enfrentar el inicio en esa ruta a la perdición y muchas veces que conduce a la muerte es tarea “ya” de todos: familia, escuela, comunidad, la alegría, la diversión no debe terminar en susto, la ingenuidad no paga riesgos, es preciso educar frente al riesgo.
