La peligrosa dispersión de la covid-19 en San José de las Lajas indudablemente tiene estrechos vínculos con la desacertada conducta ciudadana, independientemente de otras posibles opiniones.
Lo cierto es que de cualquier modo el virus necesita para su traslado un hospedero a su alcance a menos de metro y medio de distancia, según los expertos, y desafortunadamente, ese hospedero no le ha faltado.
Por tanto la violación del requisito y el resto del protocolo indicado, incrementa cada día la dispersión y por tanto las consecuencias.
Entonces, quienes un día son cómplices de la epidemia, provocan el contagio entre sus cercanos, ya sean compañeros de trabajo vecinos, amigos o familiares, que al caer en ese círculo de la indolencia, se ven un día atrapados por la plaga invisible en la lista tenebrosa de contactos, para juntos asumir más o menos consecuencias.
La Covid ha cambiado incluso hasta el significado de algunos vocablos trocados en contradicción. Si antes contacto tenía una connotación positiva hoy nadie quisiera ser contacto de un positivo porque lo deseado hoy es el resultado negativo.
Aún así los testarudos continúan a sus anchas.
En las colas sin distanciamiento, con el nasobuco por debajo de la nariz, escupiendo en todas partes de áreas públicas, ingiriendo alimentos y fumando en cualquier sitio, apiñados alrededor de una escueta mesa de dominó, o más personas de la cantidad prudente en un recinto laboral, propiciando entre todos esa transmisión que hoy resulta incontrolable.
Como resultado las familias sufren estrés por el encierro, niños inocentes contagiados pagan la culpa de los mayores, se deprime el bolsillo de los que ven limitado su trabajo y el presupuesto del estado que paga beneficios a muchísimos afectados, sin contar cuánto cuesta el tratamiento médico y el resto de los recursos dedicados al sostenimiento del control.
Razones suficientes para poner a la indisciplina en el lugar merecido, porque ella significa dispersión de la pandemia y consecuencias que ya han causado dolor en San José de las Lajas y poco a poco pudieran acercar más al país al medio millar de fallecidos.
