Las lluvias de Mayo provocan que de la tierra broten bellas flores como muestra de su fertilidad, por eso se consideró que no podía ser otro el mes elegido para homenajear la maternidad y a esos seres que como la tierra tienen la bendición de engendrar en su vientre una vida.
El Día de las Madres o el Día de la Madre como se conoce en algunas naciones es una celebración que no se rige solo en ofrecer a nuestras progenitoras un regalo, es un espacio para el reencuentro, para rememorar momentos felices, pero sobre todo para decir te quiero, eres mi persona especial y agradecerle todo su esfuerzo, cariño, comprensión, apoyo y amor.
Esta es una conmemoración que tiene un origen diverso, pues en algunos textos se remonta a 250 años antes de Cristo en la antigua Grecia, donde se dedicaban festivales a la diosa Rhea, madre de las deidades Júpiter, Neptuno y Plutón.
Pero fue en 1905 cuando comenzó a celebrase este fecha, de la manera que conocemos en la actualidad, pues la maestra de Filadelfia, Anna Jarvis, a raíz de la pérdida de su propia progenitora, comprendió cuán importante es demostrar el afecto a las madres mientras la tenemos con nosotros.
Esa razón la inspiró y junto a un grupo de amigos, comenzó una campaña por correo para tener el apoyo de ministros influyentes, hombres de negocios y congresistas y poder declarar oficialmente una fecha festiva para ellas.
En Cuba esta manera de homenajear a las Madres inició en mayo de 1920, en la ciudad de Santiago de las Vegas, iniciativa atribuida a Francisco Montoto y García, quien contó con el apoyo del periodista Víctor Muñoz, defensor de las causas justas y nobles.
El Día de las Madres es una buena motivación para reconocer todo el valor de estas mujeres que no solo se centran en la crianza de los hijos y el cuidado del hogar, sino que comparten todas esas tareas con vidas profesionales muy exitosas en diferentes sectores de la sociedad. A todas ellas muchas FELICIDADES.
