Camino a una nueva normalidad vamos tras la disminución de casos con Covid-19 en toda Cuba, situación en la que resulta determinante la vacunación contra el virus.
Sin embargo, tal realidad no significa que el peligro ha pasado. La batalla contra la Covid-19 no ha terminado y es necesario que todos mantengan las medidas orientadas por Salud Pública como la correcta utilización del nasobuco, el lavado de las manos, el uso de desinfectantes y el distanciamiento físico.
Baste saber que China registró este jueves 109 casos de Covid-19, la mayoría de ellos autóctonos y consecuencia del rebrote con la variante delta del coronavirus SARS-CoV-2 que mantiene al país bajo tensión porque afecta a 18 provincias, según reporta Prensa Latina.
Esto da la medida que no podemos bajar la guardia, y ratifica que disciplina y responsabilidad son primordiales en el enfrentamiento a un enemigo tan invisible como depredador.
La percepción de riesgo ha de estar latente, la Covid-19 no perdona, ocasiona la muerte y aun cuando esto se sabe, todavía los hay que obvian la distancia que deben mantener entre unos y otros, y llevan el nasobuco bajo la barbilla.
Vamos camino a una nueva normalidad, pero eso implica un esfuerzo mayor, más rigor, más sensatez. El autocuidado es elemental, en la medida que cada quien se cuide cuidará a los demás, en la medida que cada quien desde su colectivo laboral exija el cumplimiento de las medidas establecidas además de cumplir con su deber estará contribuyendo a salvar la vida.
Entonces, ¡Cuidado, mucho cuidado, no tomemos el rumbo equivocado!
A partir de esta experiencia y el incumplimiento creciente que apreciamos en muchos lugares de nuestro país, debemos insistir todos mucho más en la importancia del estricto cumplimiento de los protocolos sanitarios por el riesgo que aún tenemos de rebrotes de la epidemia lo cual sería malo para todos y sobretodo, para la necesaria economía nacional.
