Entre tantos hacedores de hechos cotidianos está una mujer infatigable, apasionada por su profesión que la sabe atada a todos los amaneceres, de las que tiene como máxima hacer desde el corazón y el pensamiento.
Es Cristina Soto Sorbo, la educadora que lleva más de cinco décadas en el ejercicio del magisterio y más de 30 años como directora de una escuela que es símbolo en San José de las Lajas: el centro mixto Enrique Hart (escuelas primaria y Secundaria Básica).
Ella ha visto empinarse a cientos de niñas y niños. Es la misma que a diario ofrece la mejor lección de constancia, disciplina y respeto por ese sabio oficio que es enseñar y forjar a los hombres y mujeres del mañana.
De carácter fuerte pero provisto de la mayor nobleza, de mirada serena e inmediato proceder, Cristina ha pasado a ser ejemplo en este municipio, que la sabe dispuesta, firme y siempre capaz de desafiar cada obstáculo que pudiera aparecer en ese camino que emprendemos con cada salida del Sol.
Eso sí, enemiga de las entrevistas, irreconciliable con ese reclamo para hablar de sí, porque a su decir, es la escuela, son las maestras y auxiliares, los estudiantes los que merecen poblar agendas y aparecer en cada línea que pretenda llenar un periodista.
Pero ahí está ella, nuevamente ante ese palpitar que implica el curso escolar, decidida a colmar cada espacio de la legendaria escuela con el esfuerzo de su colectivo para empinar a ese valioso tesoro que custodia toda Cuba: los estudiantes.
No importa que haya concedido o no esta entrevista, me asomo a ese intento de dibujarla y consigo solamente unos trazos, esos que dicen de una mujer que lleva la esperanza en la mirada, que puede acorralar los latidos del corazón y erigirse una vez más ante los embates que la vida depara.
Alcanzo además a reflejar en este lienzo imaginario un sentimiento sublime que sabe de los genuinamente altruistas de estos y todos los tiempos: el amor, ese que acompaña siempre a esta mujer, maestra desde el primer pensamiento que la asiste cada día, madre, amiga, compañera, Sol, mariposa, madera, estrella: sencillamente: Cristina, la directora de la escuela Enrique Hart.