Contra el olvido, como bien defiende el programa televisivo de Cubavisión a esas obras que son eternas, a los protagonistas que se inscribieron para siempre en la historicidad de la cultura cubana y que es necesario recordar y conocer, es apropiado en todas las facetas de la vida.
Olvidar el pasado, como dijo el escritor cubano Félix Pita Rodríguez, es correr el riesgo de dejar indefenso el futuro”, de ahí que interioricemos cuán importante es tomar en cuenta las raíces, distinguir a quienes labraron el camino que hoy transitamos.
Recientemente la asamblea onceno congreso de la Federación de Mujeres cubanas en San José de las Lajas, reunió a un grupo de mujeres de todas las edades, allí la máxima fue trabajar unidas por la organización femenina, y con una nueva dirección en el territorio emprender un camino de enfrentamiento a la violencia de género, prevención, defensa de la familia y empoderamiento de la mujer.
El municipio lajero en el hacer de la FMC tiene historia, son muchas las lajeras que desde la creación de esta organización trabajaron con total entrega por esa experiencia que convocaba a la emancipación de la mujer, a la igualdad de derechos y a su participación activa en la sociedad.
Algunas ya no están, otras aún marcadas por el paso de los años insisten en estar presentes y continuar de algún modo esa labor que las sabe guerreras y perseverantes, defensoras siempre de la esencia de la Federación de Mujeres Cubanas.
Ante esa realidad, vale llamarse a capítulo por tanta historia casi en silencio, es preciso recatar vivencias, testimonios de aquellas que se iniciaron como federadas, que tuvieron que imponerse y que sacrificaron su tiempo para responder al llamado de entonces.
Prohibido olvidar a quienes han hecho historia, prohibido olvidar a quienes hoy amparados en la jubilación están ahí firmes como el primer día, prohibido olvidar a las maestras que se consagraron en cuerpo y alma a sus alumnos y escuelas, a los médicos que fueron imprescindibles, a quienes fueron autoridad en este territorio, prohibido olvidar a quienes hicieron lo mejor posible y crearon las bases para los que llegaron después.
Contra el olvido de ese pasado que nos pertenece, contra el olvido para hacer del presente una etapa de aprendizaje con la base legada por quienes nos precedieron, contra el olvido para arropar al futuro con la experiencia que dejará una huella imperecedera para quienes lleguen después.