La colecistitis aguda consiste en la inflamación aguda de la pared de la vesícula biliar, generalmente como respuesta a una obstrucción por un cálculo biliar o litiasis.
La litiasis biliar o cálculos en las vías biliares, son depósitos duros y similares a cristales de roca que se forman dentro de la vesícula biliar.
Existen varios tipos de cálculos y pueden estar localizados tanto en la vesícula, como en los conductos, son los llamados intrahepáticos o extrahepáticos.
El hígado segrega diariamente entre 500 a 1 500 ml de bilis. La longitud y el calibre de los distintos segmentos de las vías biliares varían de un sujeto a otro, por ejemplo, el hepático común tiene una longitud de 1 a 2,5 cm, el colédoco de 7 a 9 cm.
El calibre oscila entre 0,5 cm y 1 cm y las vías biliares tienen la función principal de servir de vía para la excreción de la bilis desde la célula hepática hasta el duodeno, donde ejecuta sus acciones fisiológicas para la digestión
La bilis sirve como medio de excreción de otros compuestos como la bilirrubina, algunas drogas y sus metabolitos, además de calcio y otras sales. El colesterol es insoluble en agua, sin embargo, en la bilis se mantiene en suspensión. Esta enfermedad afecta entre 10 a 20 % de la población mundial
Existen factores de riesgos que influyen en su aparición como son la edad avanzada, el sexo femenino, la obesidad, algunos grupos étnicos, el estasis en la vesícula biliar en vesículas acodadas, la alteración del moco biliar y las infecciones.
Un episodio típico de colecistitis aguda mejora en 2 o 3 días y se resuelve en menos de una semana. Si no lo hace, sugiere complicaciones graves.
Entre los síntomas más frecuentes están el dolor cólico recurrente en el 75% de los pacientes, este dolor se hace más intenso y se localiza en el cuadrante superior derecho del abdomen y se irradia a menudo hacia la parte inferior de la escápula, masa dolorosa palpable que corresponde al fondo de la vesícula biliar inflamada y es dolorosa a la palpación.
También se presentan náuseas y vómitos, defensa involuntaria de los músculos abdominales del lado derecho, paralización dolorosa de la respiración al coger aire en los pulmones y la palpación de la zona donde se encuentra el hígado, fiebre de poca intensidad al principio, ictericia o coloración amarilla de piel y mucosas, inquietud, malestar general, orinas más oscuras, heces blandas de color claro y dolor referido al hombro derecho.
El diagnóstico inmediato es importante debido a que el curso clínico es generalmente fulminante, con gangrena o perforación. Entre las complicaciones más frecuentes están las fístulas externas e internas, íleo biliar, pancreatitis aguda, vesícula perforada, piocolecisto, hidrocolecisto, peritonitis localizada o abceso subfrénico, y peritonitis generalizada.
El tratamiento definitivo de la colecistitis es quirúrgico mediante colecistectomía, o sea, extirpar la vesícula biliar, de preferencia por vía laparoscópica.
Es importante el tratamiento preventivo como dietas bajas en grasas en aquellos pacientes que tengan tendencia a tener cifras altas de colesterol y lípidos, controlar la diabetes, así como evitar y tratar la obesidad.