De acuerdo con las sagas del universo escriturario cubano, la Editorial Arte y
Literatura se fundó el 17 de enero de 1968. Nacer bajo el signo capricornio le
confiere la noble aventura de remontar montes, escalarlos, y saber contemplar
al mundo desde la cima. En alguna que otra referencia, se apunta la
responsabilidad de informar al lector cubano de lo mejor de la literatura
universal.
Parece, eso sí, un criterio demasiado sumario para una obra grande que
cumple 55 años. Corren tiempos de tanta banalidad globalizante, de mucha
literatura de aeropuerto, de autores mediocres presentados por los circuitos
mediáticos como los líderes intelectuales de la contemporaneidad. La Editorial
Arte y Literatura ha sabido sortear con ejemplar fortuna esa trampa tendida por
la industria del entretenimiento. Para confirmarlo, basta un viaje a su catálogo.
Sorprende la atención de este sello del Instituto Cubano del Libro, a la obra de
auténtica factura de cualquier latitud y longitud del planeta, usualmente
preterida y olvidada por las casas editoriales del primer mundo.
Y en el trabajo de la Editorial Arte y Literatura, hay un lugar de significación
para sus editoras y editores. Labor callada, tantas veces desconocida, o no
reconocida debidamente, pero ciertamente capital. Y habría que denotar la
propia negociación con los autores, en este caso mayoritariamente extranjeros.
No resulta fácil esa tarea en torno a los derechos del autor. La Editorial Arte y
Literatura, expone ese oficio, casi encantador, de seducir, para publicar títulos
de altísimo valor para el público cubano.
Otro tanto debe decirse de la calidad de las traducciones. En la Editorial Arte
y Literatura se le concede una alternativa de creación a aquella vieja idea latina
de traduttore, traditore. Desde el 17 de enero de 1968, se concibe el libro que
no traiciona, sino que más bien refrenda complicidades, que interpreta culturas
más allá de simples signos lingüísticos. Y de tal suerte, también transitan el
diseño y otras tantas disciplinas del mester humano. Y desde hace un tiempo,
allí concurren los Premios ALBA Narrativa, donde la novela anuda el
compromiso de la solidaridad. Desde su fundación hace 55 años, la Editorial
Arte y Literatura cristaliza aquel sueño apostólico de que “sobre las manos
enlazadas de los hombres se levanta el mundo”.
