Las elecciones en Estados Unidos, serán un evento crucial para el futuro orden global. La dirección que tome la política exterior del país dependerá en gran medida de si se mantiene la administración actual o si se produce un cambio de liderazgo.
Temas como la relación con China, el conflicto en Ucrania y la política hacia Oriente Medio y América Latina estarán en juego, afectando las dinámicas internacionales y posiblemente las estrategias del bloque BRICS en su intento de redefinir las alianzas globales y erosionar la hegemonía del dólar.
Ahora de ganar la Sra. Kamala Harris, se continuará con una política neoconservadora, straussiana, en donde predominará la posición del actual Jefe del Departamento de Estado, el Sr. Blinken, quien es ferviente seguidor de Leo Strauss, en su filosofía política, sustentándose en una revelación divina (Destino Manifiesto), inclinados a continuar la guerra Ucrania-Rusia, con el apoyo y asesoramiento de los señores de la guerra y el estado profundo, los republicanos Dick Cheney y John Bolton (asesor de seguridad de Trump, y el haber orquestado golpes de Estado en Venezuela), así como los Sres. George Soros y Mark Zuckerberg con la agenda verde y el cumplimiento de los objetivos 2030.
De existir un cambio de liderazgo en los Estados Unidos, Donald Trump, ganando las elecciones de 2024, su enfoque en política exterior podría marcar un cambio significativo respecto a la administración actual.
Aún cuando advierte de un riesgo de una posible tercera guerra mundial, además se espera que priorice un enfoque nacionalista y unilateralista, buscando renegociar alianzas y reducir el involucramiento estadounidense en conflictos internacionales, especialmente aquellos que considera no alineados con los intereses de Estados Unidos.
La Relación con China: Trump ha expresado su intención de aplicar medidas económicas más duras contra China. Esto incluiría eliminar su estatus de “nación más favorecida” y la posible imposición de un arancel general del 10% sobre las importaciones, con la meta de fortalecer la industria nacional. Es probable que persista una política de confrontación comercial y tecnológica, aumentando las tensiones entre ambos países.
El conflicto en Ucrania: Trump ha sido ambiguo sobre el apoyo a Ucrania. Aunque ha afirmado que podría terminar la guerra en “24 horas” a través de negociaciones, no ha detallado cómo lograría este objetivo. También ha cuestionado la continuidad del apoyo militar estadounidense a Ucrania, lo que podría alterar el equilibrio en el conflicto y beneficiar indirectamente a Rusia.
Política hacia Oriente Medio: Es probable que busque reducir la presencia militar en la región y centrarse más en alianzas económicas. Trump ha manifestado desinterés en las iniciativas multilaterales, lo que podría llevar a una política más transaccional. Además, podría fortalecer los lazos con gobiernos autocráticos en la región si esto favorece los intereses de EE.UU.
América Latina: En esta región, la política de Trump podría enfocarse más en la inmigración y en frenar la influencia de China.
Durante su mandato anterior, buscó reducir la inmigración irregular y presionó a países latinoamericanos para que cooperaran en este objetivo. También podría revertir algunas medidas de la administración Biden relacionadas con Cuba y Venezuela, adoptando una línea más dura hacia estos regímenes.
Un segundo mandato de Trump podría reestructurar drásticamente las alianzas internacionales y aumentar la incertidumbre en la política global, ya que busca reorientar la política exterior hacia una agenda de “Estados Unidos primero” y desmantelar muchas de las iniciativas multilaterales tradicionales de Washington.
Estos dos eventos son hitos clave que reflejan los reacomodos de poder en un mundo cada vez más fragmentado, donde los actores tradicionales y emergentes compiten por moldear un nuevo equilibrio global.
En conclusión, caminamos en el sendero de un mundo multipolar complejo en el cual el futuro –y el presente– ya no estarán alineados a los dos grandes bloques, occidente y oriente, como en el pasado, pero su estructura es mucho más complejo de lo que parece a simple vista, pues se busca el respeto de todas las naciones y pueblos de este mundo en donde prevalezca el derecho internacional y las soberanías de los estados y de las naciones.
Observemos el transcurrir de las próximas semanas y como dice el dicho popular “Amanecerá y veremos”. Lo que realmente queremos decir es: “Esperemos para ver lo que sucederá”