La conclusión de un año, además de celebración, trae consigo la mirada al tiempo transcurrido, ese en el que la vida abrazó sucesos, protagonistas, intenciones y resultados.
Diciembre corre veloz dejando a un lado el 2015, año intenso que marcó entre los hechos más importantes un nuevo año de labor para la más joven capital del país, San José de las Lajas.
Aun cuando la agricultura no logra el despertar que tanto urge, cuando existen insatisfacciones en algunos servicios y el reclamo por el retorno al Hospital Leopoldito Martínez de la asistencia a los partos que hoy tienen lugar en el hospital de Güines, San José de las Lajas muestra una imagen que comienza a ser atractiva.
Es aspiración de lajeras y lajeros que sea la nuestra una capital bonita, atractiva, que crezca no solo por su población, sino por el desarrollo económico, visible en una mayor prosperidad en esa imagen que sientan un comercio notorio y también una ciudad limpia, por tanto, higiénica y saludable.
Estos días de cierre de año, multiplican a alegría, la celebración trae muestras de cariño, de ahí que el saludo esté acompañado de una felicitación y del augurio de buenas nuevas, en la que la salud y la dicha son constantes.
También estos días exigen más cautela en la vía y disciplina tanto para conductores como para peatones, el respeto a las leyes del tránsito también es muy apropiado para finales de diciembre en que la alegría no puede convertirse en descuido, negligencia e irresponsabilidad, es menester defender la vida para que la felicidad perdure.
Para el año que viene, el deseo es multiplicado en esas tantísimas razones que nos descubren altruistas, de ahí que la aspiración a que sea un año superior al 2015 es natural porque la perspectiva de progresar late como el noticiar de estos tiempos.
Creo que se avecina una etapa que medirá nuestra formación académica y también en valores, porque es preciso aunar ambas condiciones, creo además es necesario fortalecer el trabajo educacional, ese pilar que nos enorgullece y precisa de todo el rigor para formar correctamente a los educandos, en los cuales descansa la continuidad y la conquista del futuro.
Finaliza el 2015, felicidades, seamos mejores el año que se avecina, cuidemos a nuestra familia y mantengamos la unión de esta, procuremos la mejor impronta a nuestro paso, la mejor entrega en nuestra labor, la ternura que no debemos perder y el amor, siempre imprescindible en todos los actos de la vida.