El 7 de diciembre de 1989 ha quedado inscrito en la historia, fue justo ese día a 93 años de la caída del Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales y su ayudante, el capitán Panchito Gómez Toro, que aconteció la ceremonia nacional de homenaje e inhumación de los caídos en misión internacionalista.
En esa fecha trascendió una ceremonia nacional que tuvo lugar en los 169 municipios del país, en los cuales se dio sepultura a los más de 2 000 internacionalistas cubanos caídos bajo otros cielos.
Aquella acción de trasladar a Cuba los restos mortales de los cubanos caídos en misiones internacionalistas en países de África, recibió el nombre de Operación Tributo.
Fue conmovedor para todos, de regreso estaban los hijos de la patria quienes habían entregado sus vidas por defender otros suelos, apegados al sentimiento internacionalista.
Cada 7 de diciembre, desde entonces, el pueblo cubano rememora la efeméride y rinde homenaje a los mártires que descansan en los panteones de los caídos por la defensa, día que honra la memoria de Maceo y Panchito Gómez Toro.
Han transcurrido 34 años de la Operación Tributo y llega a nuestros días el pensamiento libertario del Titán de Bronce, basado en el honor y la lealtad, cual huella que constituye estandarte para las generaciones de cubanos presentes y futuras.
En la memoria aquella acción que honra a los mártires internacionalistas, homenaje perpetuo que insta a rendir tributo desde el mejoramiento imprescindible para construir el futuro.
