Mi ciudad, esta ciudad a la cual pertenezco, donde no nací, pero vivo, donde no encuentro a los amigos de la infancia pero si a otros que llegaron después, está hoy de cumpleaños.
Es ella la más joven capital provincial de Cuba, escogida por la provincia Mayabeque, con apenas 8 años de creada.
Mi ciudad, San José de las Lajas, ésta en que no nací es mía como de muchos que tampoco son naturales de aquí, pero ya la sienten suya y de ella se nutren a diario para forjar el futuro desde este presente difícil pero no imposible.
Nos anima esa razón sublime de insistir en que cada día sea mejor que el precedente y esta ciudad sea hermosa y próspera. Vamos ahí, salvando espacios, no ajenos a los errores, aptos para enfrentar dificultades, decididos a no perder el buen humor, optimistas, capaces de convertir lo adverso en maravilla.
San José de las Lajas despierta con amaneceres plenos de belleza, con la impronta de hombres y mujeres que emprenden cada jornada con la máxima de este tiempo de todos, donde hacer está demostrado es la mejor manera de decir.
Andamos haciendo historia, cada quien poniendo conocimientos y sueños, juntando saberes para hacer vital la experiencia que autentique esfuerzos y voluntad. Despertamos este día con la dicha de estar cumpliendo años y con la certeza de arropar a una ciudad centenaria con las mejores galas que la hagan exclusiva, desde el pensamiento y su visión de futuro.
San José de las lajas, cumple hoy 231 años de fundada. Una ciudad que más allá de las centurias que le acompañan insiste en atrapar la novedad, en vestir sus mejores galas, en poner a merced del visitante el pretexto para regresar.
