Tapaste constituye uno de los siete Consejos Populares de San José de las Lajas y se encuentra a 8 kilómetros del centro de esta municipalidad mayabequense.
Una de las hipótesis sobre la procedencia del nombre de esta localidad lajera plantea que se debe al paso de un arroyo por la parte sur de la zona.
Se dice que el 29 de septiembre de 1703 se tomó posesión de un sitio llamado San Juan de Dios. Por estos terrenos pasaba el camino central de Cuba que iba desde La Habana hasta la provincia oriental de Santiago de Cuba, hecho que propició el rápido aumento de la población.
En 1785 la población tapasteña había crecido considerablemente para la época hecho este que motiva la construcción de una iglesia inaugurada el 11 de marzo de 1788, fecha que se toma como la de fundación del pueblo.
Las tierras para la construcción del templo fueron donadas por Don José Ricardo O’ Farril, vecino del lugar, Teniente Coronel y Alcalde de la zona. Dicha donación respondía a la necesidad de edificar una iglesia para los habitantes de la Hacienda llamada Tapaste y sus alrededores quienes se trasladaban hasta la distante parroquia de Río Blanco de la que era auxiliar.
La edificación se concibió inicialmente de madera y guano hasta que gracias a donaciones realizadas por vecinos del lugar, se erigió una nueva iglesia de mampostería y tejas la cual fue inaugurada canónicamente el 8 de diciembre del año 1819.
Para 1860 Tapaste contaba con la considerable población de 580 habitantes y gozó de mucha importancia pues lo cruzaba el camino principal de la isla.
El 1 de enero de 1879 se constituye en ayuntamiento hasta 1902 en que se anexa a San José de las Lajas. Antes de 1847 perteneció a Guanabacoa y a partir de esta fecha pertenece a Santa María del Rosario.
El primer alcalde que existió en Tapaste fue Jerónimo Rodríguez desde 1879 a 1894.
Las lagunas y el cementerio en las afueras del pueblo junto con el arroyo Tapaste, forman parte del sistema fluvial del río Almendares que nace en las lomas de Pache en el vecino municipio de Jaruco.
Mucho tapasteños entregaron sus vidas durante la época de lucha en Cuba. Nombres como Lino Mirabal, Alejandro Rivero, Juan Guerrero fueron protagonistas en las acciones del 95. Otros como Víctor González y Orlando Cuellar, ambos miembros del Movimiento 26 de Julio, fueron protagonistas de la huelga del 9 de abril de 1958, uno de los antecedentes del triunfo revolucionario cubano.
En 1880 Tapaste contaba con un cuerpo de bomberos y para el 31 de mayo de 1915 se aprobó la construcción del parque, inaugurado seis meses después.
El alumbrado público comenzó a funcionar en el propio año 1915 y en el 31 la Compañía Cubana d electricidad inició la transmisión directa desde La Habana. Un año antes se inaugura el acueducto del pueblo.
Por el poblado Tapaste cruzaba el Camino Real de la isla y al establecerse en 1765 el correo desde La Habana al interior del país, se estableció en él una especie de cartería. En 1851 al disponerse que la correspondencia se realizaría por ferrocarril, se suprimió la posta de Tapaste y en su lugar se creó un sitio postal conocido como hijuela, hasta Jaruco. Al reorganizarse el sistema de correo en 1879, la administración de Tapaste se desintegró lo cual originó que no existiera servicio telegráfico directo pasadas varias décadas.
La iglesia de Tapaste constituye el único edificio de interés histórico en esta localidad lajera. La edificación se mantiene casi intacta a excepción del techo que fue reconstruido después de su caída en 1986.
En el terreno que ocupa hoy el taller textil “Víctor González”, se encontraba el primer cuartel de la Guardia Rural de Tapaste. En ese entonces era de madera y quedó totalmente destruido tras el paso del ciclón del 26. Luego se construyó otro pero de mampostería en lo que es hoy la oficina del Comité Militar en el consejo popular. Al fondo se encontraban las caballerizas. Años más tarde fue trasladado al actual policlínico.
Paulatinamente, esta localidad lajera se fue poblando y ampliando sus instituciones. Hoy cuenta con dos escuelas: una para los estudios primarios otra par los secundarios; una sala de rehabilitación, un centro de salud, una sala de video que propicia la proyección de películas fundamentalmente cubanas, una casa de cultura para el desarrollo artístico de toda la población.
Esta localidad desarrolla un fuerte movimiento cultural en el que se involucran todas las personas sin distinción de raza ni edad.