Las demandas de los abogados serbios también tendrán en cuenta las consecuencias de la utilización de bombas de racimo, que causó numerosas víctimas.
BELGRADO.-Un equipo de abogados serbios quiere llevar a los tribunales a la OTAN por el daño causado a su país en el bombardeo de 1999.
Además de los especialistas legales del país balcánico, en la preparación de la demanda participarán abogados de la Unión Europea, Rusia, China y la India.
El director de los letrados en esta materia, Srdjan Aleksic, aseguró en una entrevista a Sputnik que en esta «agresión contra Yugoslavia» participaron «de forma directa o indirecta» 20 países, a los cuales Serbia quiere demandar.
«Los pleitos tendrán como meta directa cada uno de estos estados», subrayó el abogado. Aleksic adelantó que el equipo jurídico tiene previsto dirigirse a las cortes nacionales de los estados miembros de la OTAN en vez de a la Corte Internacional de Justicia de la ONU.
«Creemos que es competencia de las cortes nacionales. Estos estados violaron los principios establecidos en el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas que prohíbe la agresión contra cualquier país», explicó Aleksic.
Añadió que la OTAN infringió con su bombardeo de 1999 su propia Carta, en concreto, los capítulos 5 y 6, pues la naturaleza de la organización no es ofensiva sino defensiva.
De esa manera, el equipo de abogados preparará alrededor de 20 demandas con pruebas, como, por ejemplo, los documentos médicos con los que se evidenciará la relación entre el uso de las municiones con uranio empobrecido en el ataque de 1999 y el aumento de los casos de enfermedades oncológicas en Serbia durante las últimas dos décadas.
Por lo tanto, en los trabajos que culminarán con la demanda participarán también médicos, oncólogos y toxicólogos serbios.
«Lanzaron entre diez y 15 toneladas del uranio empobrecido en el territorio de la antigua Yugoslavia. El incremento de pacientes con cáncer es motivo de una seria preocupación. Cada año se descubren tumores malignos en 33 000 ciudadanos serbios», recalcó Aleksic.
«En comparación con 1999, el número de pacientes con cáncer ha aumentado en cinco veces, sobre todo en el sur del país, en Kósovo y Metoquia», detalló.
De acuerdo con el experto, 45 soldados italianos que sirvieron en las regiones de Kosovo y resultaron heridos durante los bombardeos de 1999, contrajeron cáncer. El tribunal reconoció la responsabilidad de Italia en lo ocurrido, y el Gobierno del país paga una compensación de entre 200 000 y 1 200 000 euros a cada paciente.
Las demandas de los abogados serbios también tendrán en cuenta las consecuencias de la utilización de bombas de racimo, que causó numerosas víctimas, así como los bombardeos a las instalaciones de la industria química y del petróleo que provocaron graves daños ambientales.
En comparación con 1999 el número de personas con enfermedades oncológicas ha aumentado cinco veces.
Según Mijaíl Yoffe, vicepresidente de la Asociación Internacional de Abogados rusoparlantes, esta idea es viable; sin embargo, sería mejor haberlo hecho antes.
«Desde el punto de vista de la jurisprudencia, era necesario presentar la demanda antes, cuando el daño era visible. No obstante, los efectos del uso de las armas para la vida y la salud de los ciudadanos son palpables», observa el experto, entrevistado por Sputnik.
Yoffe explica que la situación es diferente cuando el devastador daño de los bombardeos ha sido eliminado y se exige indemnizar los daños relacionados con la vida y la salud.
El experto señala que en este caso aparece una serie de cuestiones legales difíciles de solucionar.
«La pregunta es si EE.UU. va a responder a las demandas. Otros países también van a querer evadir la responsabilidad de sus acciones».
Lo más importante, según Yoffe, es que el bombardeo no ha sido reconocido por los organismos competentes como una agresión internacional.
En 1988 estalló el conflicto armado en el territorio de la antigua Yugoslavia entre los partidarios albanos de la independencia de Kosovo y aquel país. El año siguiente la OTAN intervino en el conflicto sin la aprobación de la ONU con un bombardeo que cobró las vidas de centenares de civiles y destruyó una parte considerable de la infraestructura del país.