La maternidad es obra exclusiva de la naturaleza. El reloj biológico, aseveran algunos, anuncia la necesidad de procrear en las féminas. Grandes desafíos han de enfrentarse desde el mismo instante de la concepción, pero sin dudas valdrá la pena el reto,
Según recogen bibliografías consultadas la maternidad es una necesidad innata del sexo femenino Cierto es que en el reino animal, especies como los equinos no se alejan de su cría en los primeros días de nacidos, ni siquiera para practicar el coito con su pareja, proceso mientras el cual tendrán a su descendiente a la distancia en que pueden tenerlo en el plano de su vista.
Otro tanto ocurre con los muy de moda Hasters, los que para proteger a sus crías de algún peligro inminente son capaces de ocultarlos dentro de su boca hasta que el riesgo haya pasado.
Cerdos alimentando perros; carneros, terneros, gatos y diversos animales cuidados por especies de otras manadas grafican el sentido de la maternidad en su más grande expresión.
La historia de los mellizos Rómulo y Remo amamantados por una loba, según la mitología romana, cuando estos fueron mandados a matar por rey Amulio, es una de las fábula que revela también ese instinto maternal, coyote al que se le dedicada la escultura “Loba capitolina” o “Luperta” como se conoce a este mamífero, imagen que se conserva en el Museo Capitolino de Roma.
No me sorprende entonces cada mañana ver la hermosa gallina de mi vecina deambulando con sus pollitos, a quienes enseña losprimeros pasos, coloca toda suerte de gusanitos en sus picos para alimentarlos y defiende, a pesar de su pequeña estatura, de cualquier peligro como una fiera gigantesca, así de simple nos revela la naturaleza esta condición exclusiva de sexo femenino: la maternidad, en la que para que sea un proceso hermoso, se puede incluso ser gallina.