Cuando decimos que higiene es salud, tal vez no pensamos que esa frase es mucho más abarcadora de lo que imaginamos. La higiene no solo se adecúa al cuerpo, también significa las medidas que debemos adoptar con nuestros dientes, pues la salud bucal dicta mucho de nosotros.
La salud bucal pasa muchas veces a un segundo plano en relación con otras dolencias. No acudimos al hospital por la rotura de un diente con la misma premura con la cual iríamos en caso de otra lesión y de algún síntoma sospechoso.
Por la boca empieza el importantísimo proceso de digestión. El metabolismo y sus resultados, estarían inevitablemente afectados por un mal comienzo; pero lo peor de todo es que la mayoría de las personas no tienen percepción del riesgo.
Las enfermedades bucales han sido para los especialistas, tema de análisis en diferentes eventos científicos. De ahí que cada 3 de octubre se celebre el Día del Estomatólogo Latinoamericano, luego de efectuarse en esa fecha; pero de 1917 el primer congreso en nuestro continente.
Varias actividades se realizan cada año a propósito de la efeméride. En cada una de ellas está el llamado a cuidar de la salud bucal como mismo cuidamos la de nuestro cuerpo.
Tal responsabilidad nos garantizaría una adecuada salud y la prevención de enfermedades peligrosas como el cáncer bucal.
No olvidemos que en versos y en canciones se le suele cantar a la boca. El amor se representa con el corazón aunque se define en el cerebro, pero casi todos los elogios parecen concurrir en los labios. Está la célebre canción que cuenta de amor nacido en el baile. Se describe una hermosa noche de estrellas… pero se alude invariablemente a una boca de aliento de rosa.
Una adecuada alimentación y estilo de vida, no fumar ni ingerir bebidas alcohólicas, y cepillar los dientes cuatro veces al día, después de cada comida y antes de dormir, son las claves para tener una correcta salud bucal