Pareciera que Cuba ya está libre del azote de ciclones; sin embargo, en la confianza está el peligro. Estar preparados es una premisa fundamental, especialmente ahora cuando estamos a un paso de la temporada.
Cada año, del primero de junio al 30 de noviembre nuestro país está expuesto al riesgo que provocan los eventos meteorológicos.
Es necesario emprender desde ahora las medidas más eficaces para garantizar que no ocurrirán accidentes fatales.
Asegurar ventanas y puertas, limpiar las azoteas y destupir tragantes constituyen tareas importantes.
A los tanques elevados y sus tapas amarrarlos bien, así como a las antenas de los televisores. Además, debemos ir acopiando velas y lámparas para su uso en caso de apagones.
Y como prevenir es mejor que lamentar, es imprescindible conversar con los jóvenes acerca del peligro que corren si debajo de aguaceros se bañan en presas y lagunas, así como si transitan por sitios donde existan cables eléctricos caídos.
Otra acción preventiva ante la llegada de la temporada ciclónica es valorar cuáles son las áreas propensas a derrumbes y adoptar medidas para que no existan daños.
En San José de las Lajas comenzaron las actividades en el pasado Ejercicio Meteoro con la limpieza de zanjas y alcantarillados para enfrentar cualquier evento. No obstante, la labor debe proseguir y mantenerla durante todos los meses desde junio a noviembre.
Recordemos además, que el mosquito Aedes Aegypti se reproduce en días lluviosos y algo muy importante, el agua de consumo debe tratarse correctamente o puede causar innumerables y peligrosas enfermedades.
