Regar, sembrar y comprar plantas, reproducirlas en cepellones, inhibirlas, comprar macetas, combatir las plagas, la fuerte humedad y la sequía, ir a laboratorios e investigar los nombres científicos y las particularidades de cada pequeño arbusto son tareas para esta joven, que comparte su alegría y dedicación con otros dos compañeros de labor y con quienes reconoce como parte indispensable de su vida.
Sus manos trabajadoras y cálidas mantienen el verdor intenso, las tonalidades exóticas y la salud de sus especies amparadas en productos ecológicos como las micorrizas, el quitomas y los enraizadores para el fortalecimiento de las raíces.
Así las 39 variedades de plantas ornamentales, entre ellas violetas, begonias, fittonias, dostenias, difenbardas, ficus y lías engalanan el teatro del INCA y los distintos departamentos. Fruto de la entrega de Roxana, quien también comercializa sus producciones con entidades de la capital de Mayabeque y propicia contratos con organismos de la provincia.
Decir Roxana Guerra Barbán, es decir belleza, Casa de Cristal, amor a la tarea, a las plantas, a la naturaleza, es un ejemplo de fémina joven al servicio de la tierra.