El documento supone el mejor registro histórico. Diarios, cartas, bitácoras de la guerra, de puño y letra de Martí, Gómez y Maceo, significan a la reunión de La Mejorana. Precisamente este cinco de mayo se cierra el lapso de 127 años desde aquel encuentro suficientemente validado por el texto-patrimonio del país.
Y para entender mejor lo ocurrido, habría que denotar el valor humano de los protagonistas. Y aunque el propio Martí escribiera sobre claustros de mármol, él mismo, Gómez y Maceo eran hombres de emociones fuertes, de acendrado amor a Cuba; pero de percepciones distintas. Y por esas diferencias, en La Mejorana chocaron ideas y sentimientos.
Ellos tres encarnan la iconografía tradicional independentista. Concurren en mayor medida que el resto, incluidos, por ejemplo, Agramonte y hasta el Padre Céspedes. Y esa presencia suele presentarse casi homogénea, de relación de rosa y sin espinas, pero nunca fue así. Y en La Mejorana no podía ser de otro modo, y mucho menos por la predisposición de Maceo contra Martí por subordinarlo a Flor Crombet, con quien el General Antonio estaba envuelto en un duelo personal para cuando terminara la guerra.
Las anotaciones del seis de mayo de 1895 faltan en los Diarios de Campaña de José Martí. La autora de la mejor edición crítica de esos textos martianos, la periodista y ensayista cubana Mayra Beatriz Martínez, cree que los pliegos fueron arrancados por Gómez o por el propio Martí. Así y todo, trascendió la nota del propio día cinco, cuando Maceo le dice a Martí: “Lo quiero menos de lo que lo quería”, y le habla cortándole las palabras. Martí escribió que no puede desenredarle a Maceo la conversación, y que aquella indiscreta y forzada conversación a mesa abierta le hiere y le repugna.
En el propio documento, aparece simple y complicada a la vez la propuesta de Martí de una república naciente de las realidades de la guerra: “el Ejército, libre, –y el país, como país y con toda su dignidad representado”.
Es verdad que al día siguiente, se verificó el desagravio de Maceo, que se disculpó como pudo (como creo escribió Gómez), pero aquel 5 de mayo de 1895 no terminó como ahora, a la distancia de 127 años, hubiéramos querido. Gómez y Martí irían a pernoctar en rancho fangoso, fuera de los campamentos, abierto a ataque. “Y así –escribió el Maestro—como echados y con ideas tristes dormimos”. En La Mejorana, gracias al documento histórico, están las dimensiones humanas de tres héroes de la independencia de Cuba.