El magisterio de Rafael María de Mendive quedó expreso en su más fiel alumno, el más universal de todos los cubanos, nuestro José Martí, quien siempre tuvo en su maestro al mayor de los ejemplos.
A él escribió poco antes de partir desterrado a España en 1871: “De aquí a 2 horas embarco desterrado para España. Mucho he sufrido, pero tengo la convicción de que he sabido sufrir. Y si he tenido fuerzas para tanto y si me siento con fuerzas para ser verdaderamente hombre, solo a Ud. lo debo y de Ud. y solo de Ud. es cuanto bueno y cariñoso tengo”.
Rafael María de Mendive había nacido el 24 de octubre de 1821. Poseía adecuado dominio de la literatura española, el inglés y el francés. Cursó estudios de Derecho, Filosofía y Latinidad y en 1838 matriculó en la Real y Pontificia Universidad de La Habana, donde finalizó la carrera de Derecho en 1844.
Su relación con Félix Varela, José Antonio Saco y Domingo del Monte, enemigos de la política colonial española dan fe de sus ideales, los mismos que inculcó a sus discípulos.
Él fue capaz de forjar en sus estudiantes profundos valores humanos y patrióticos, y una amplia cultura de la cual era gran conocedor. Martí tuvo en su mentor a un guía inigualable al cual profesó inmenso respeto y admiración como hizo público el primero de julio de 1891 en el periódico El Porvenir, de Nueva York.
“Y ¿cómo quiere que en algunas líneas diga todo lo bueno y nuevo que pudiera yo decir de aquel enamorado de la belleza, que la quería en las letras como en las cosas de la vida, y no escribió jamás sino sobre verdades de su corazón o sobre penas de la Patria? (…)” “Prefiero recordarlo a solas, en los largos paseos del colgadizo, cuando, callada la casa, de la luz de la noche y el ruido de las hojas fabricaba su verso; o cuando, hablando de los que cayeron en el cadalso cubano, se alzaba airado del sillón, y le temblaba la barba”.
De Mendive quedó en José Martí el amor a la patria, a la justicia, el decoro, el compromiso sublime de la enseñanza, esa que no descansa y persevera en la formación de personas íntegras.
Es Rafael María de Mendive ejemplo de pedagogo, un hombre adelantado a su tiempo y de ello consta la aplicación de conceptos pedagógicos revolucionarios como la enseñanza práctica que rompió con el escolasticismo reinante entonces.
Su legado quedó para siempre en José Martí, fiel discípulo que abrazó en su corazón y pensamientos a su maestro.
Hipervínculos
Félix Varela
https://www.ecured.cu/F%C3%A9lix_Varela
Domingo del Monte
https://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2015/09/la-utilidad-de-domingo-del-monte/
José A Saco
https://www.ecured.cu/Jos%C3%A9_Antonio_Saco