Como este vecino de la capital de Mayabeque, muchas otras personas que no forman parte de este grupo vulnerable también han tropezado con este tipo de barrera, que junto a las arquitectónicas pueden dañarle el día y hasta la vida a cualquier individuo.
Es necesario que cuando se ejecute cualquier labor constructiva tanto en las vías como en otras áreas, estas cuenten con la supervisión adecuada para que después no ocurran hechos tan lamentables como el de Sergio.
En este caso el mal trabajo fue del sector estatal, pero algunos pobladores con sus infracciones en sus acciones constructivas también provocan malestar en la sociedad.
Eliminar las barreras arquitectónicas y otras, facilitará la plena incorporación a la vida social de grupos vulnerables, como las personas con discapacidad motora o visual y los adultos mayores.
Para erradicar todas estas infracciones es necesario en primer lugar crear una cultura y una mayor conciencia tanto en la población, como en los inversionistas, proyectistas, constructores y directivos, acción que será vital para lograr una ciudad sin obstáculos.