Resulta “llamativa” la decoración de los parques u otros sitios públicos que recurren a la vegetación como ornato, propiciando de este modo sombra, frescor y un ambiente atrayente a quienes se animan a visitar estos espacios para descansar y pasarla bien.
San José de las Lajas capital de la joven provincia Mayabeque fue una ciudad poblada por los parques. Fueron ellos escenarios de vivencias juveniles y de muchos otros sucesos donde el tiempo se hacía testigo omnisciente.
Sin embargo estos atractivos escenarios no guardan relación alguna con la realidad actual, el espacio que ocuparon se halla invadido por establecimientos comerciales como bodegas y carnicerías, puntos de venta para gas licuado; en el mejor de los casos, pues al menos los terrenos se emplearon en servicios útiles a la población, a pesar de haberles intervenido el privilegio de poder disfrutar de la bondades de la naturaleza bajo la sombra de los árboles , sentados plácidamente sobre algunos bancos que aunque no reunían todos los requisitos para transmitir comodidad, al menos permitían aspirar el aroma de la noche y divisar la luz de las estrellas plácidamente
En la ciudad se divisan varios terrenos que permanecen yermos, como si carecieran de gracia y estuvieran ausentes de posibilidades para un uso de garantía social. Rebota al buen observador la comparación de la otrora imagen con el presente, preguntándose una y otra vez ¿por qué fueron los parques los elegidos? , ¿es que acaso la vida social, el intercambio, la comunicación espontánea entre los moradores de esta comarca resulta menos importante o pasa a un segundo plano?
Mis abuelos como buenos cubanos se enamoraron en un parque y formaron una familia numerosa integrada por personas de bien a las cuales ofrecieron una educación adecuada. Mis amigos de preuniversitario y yo nos dábamos cita en los parques para contarnos anécdotas y hasta para interpretar legendarias canciones de la trova entre ellas “Yolanda “; entonces si tanta felicidad nos hacían llegar, creo que lo importante es incentivar la conciencia de directivos y funcionarios para que traigan de vueltas los añorados parques a zonas céntricas de este condado devenido hoy en municipio cabecera o ciudad capital.