Por eso, el doctor Pedro Alonso, especialista en Geriatría asegura que esta etapa requiere de mucha comprensión y amor.
Estudios recientes demuestran que algunos adultos mayores están más capacitados que los jóvenes para verle el lado positivo a las situaciones adversas, ponerse en el lugar de los menos afortunados, entender otros puntos de vista y buscar acuerdos para los conflictos.
Los mayores pueden ver múltiples puntos de vista con mayor facilidad, están más interesados en buscar un acuerdo para resolver los conflictos personales y los de tipo social, saben reconocer los límites de su propio conocimiento.
Y todos estos atributos hacen que, a partir de la sexta década de existencia, la gente en general sea más sabia que los más jóvenes. De las propias personas adultas mayores depende en gran medida la calidad de sus vidas. Ocupar el tiempo libre con actividades útiles como el vínculo con los nietos y amigos, incorporarse a los círculos de abuelos, visitar sitios de interés del municipio donde vive, mantener el contacto con personas de su misma edad y también con jóvenes. Pero sobre todo conservar la autoestima porque como dijo Gabriel García Márquez: No ha de ser dichoso el joven, sino el viejo que ha vivido una hermosa vida.